martes, 3 de diciembre de 2013

La FIL es el Mundial de la Literatura

ENRIQUE CORDOBA.-Guadalajara, Jalisco.- Esta Feria del Libro de Guadalajara no es el Mundial de Fútbol o el Oscar de Holywood: es el Mundial de Literatura. Aqui están desde el Premio Nobel Mario Vargas Llosa, o Dan Brown, hasta Carlos Sandoval de Venezuela, quien dijo que le cuesta trabajo publicar libros porque efectivamente en Venezuela no hay papel. Los autores son vedettes a quienes les cuesta trabajo desplazarse por los pasillos de la Feria porque el público desea saludarlos, pedirles autógrafos y fotografiarse con ellos. Es una Feria con gran efecto mediático. Decenas de cámaras, fotógrafos y cerca de 500 periodistas de todo el mundo en una gigantesca sala de prensa con todas las facilidades de trabajo. Emisoras de radio y canales de t.v. transmiten en vivo los sucesos del certamen cultural. Tomarme un café con Elena Poniatowska fue una oportunidad de oro para escuchar a la ganadora del Premio Cervantes 2013, el Nobel de habla hispana. "Voy en abril a Madrid a recoger el premio" me dijo la autora de La noche de Tlatelolco y Leonora, entre tantas obras escritas. Seguí a Vargas Llosa, el Nobel peruano, a recorrer el Pabellón de la editorial SANTILLANA, donde publica sus novelas. En una pared se detuvo para ver fotografias de Cortazar y luego se dirigió al Pabellón de Israel para ver los rollos del mar Muerto y una carta a mano de Eisntein de la época de la creación del Estado Judio. El día fue intenso, llevó horas y horas de grabaciones con autores para pasarlas en CITA CON CARACOL los domingos a las 11 de la mañana y a las 9 de la noche en algunas temporadas. Novedad: EL MARCO POLO DE LORICA, será distribuido en Colombia desde el lunes por Panamericana y pronto por Libreria Nacional. Anoche después de la cena con Leyla Ahuile, Beatriz Parga y Kataraín degustamos una banderita: es un tequila, limón y un jugo rojo. Blanco, verde y rojo, el tricolor mexicano.

Paseo por la costa norte de Jamaica

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Su exquisito café, las playas paradisíacas, las tradiciones y el exuberante paisaje verde verde, de las Blue Mountains, son imanes que siguen atrayendo el turismo para esta isla. Jamaica está en un lugar de privilegio en el centro del Caribe. Curiosamente sus habitantes son los anglófonos de la región, con tradiciones inglesas rodeados de países que hablan español. Conducen por la izquierda y en lugar de café, toman té. Dos días en Montego Bay da tiempo para practicar rafting en el río Martha Brae y navegar en una balsa de bamboo. El Swamp Safari de Falmouth conserva los cocodrilos y la laguna donde filmó una película James Bond. Y para los amantes del misterio está “Rose House”, la mansión donde habitó Anne Palmer, una mujer británica que según la leyenda asesinó a maridos, esclavos y amantes. En la bahía Discovery de Saint Ann visitamos Green Grotto Caves, un gigantesco laberinto subterráneo de piedra caliza y al lado el sitio donde Colón pisó tierra en 1494. Ocho Ríos, el que fuera pueblo de pescadores, es un polo de desarrollo turístico que lo tiene todo: hoteles como el fabuloso Riu Ocho Ríos, Dunn's River Fallas, Mystic Mountain en la jungla y piscina natural con delfines. Miles de turistas llegan a Kingston, la capital, para subir la montaña de dos mil metros de altitud y visitar fincas cafeteras. Algunos hacen tramos del recorrido en bicicleta. “Blue Mountain es uno de los mejores cafés del mundo”, dijo Mrs. Twyman una dama que nos dio a catar café, cosechado y tostado en su casa de la montaña al pie de la plantación donde vive desde hace 40 años. El ascenso a la sierra ofrece un impresionante panorama de las bellezas de la naturaleza con su riqueza y la diversidad de los suelos elevados. La carretera es larga y angosta y permite divisar la silueta de la ciudad de Kingston, la bahía y el puerto. El estado puro de la montaña y la enorme altura de los árboles, es lo primero que llama la atención del visitante. A lo largo de la vía hay muchas viviendas de todos los estratos: de campesinos humildes y chalets más costosos. Hay construcciones espectaculares en las laderas de la cordillera con casas de gran colorido y jardines de flores exóticas. El Museo de Bob Marley es una visita obligada en Kingston. Fue la casa donde habitó el rey del reggae donde se muestran videos y objetos que pertenecieron al músico. Port Royal es imperdible por su arquitectura y su historia. Fue sede del gobierno británico de la isla en el siglo XVI y destino favorito de piratas. Conserva el fuerte y cerca hay un caserío donde venden pescado y langosta. El terremoto de 1692 hundió dos tercios del puerto en el Caribe y "así surgió Kingston, con los desplazados de la tragedia", dice Jerron Britton, guía de la oficina de Turismo. “No problem” dice los jamaiquinos, gente alegre y hospitalaria. Jamaica, para descansar con sol y playa.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/12/02/1628108/paseo-por-la-costa-norte-de-jamaica.html#storylink=cpy

lunes, 18 de noviembre de 2013

Tucumán y el fin del mundo en 10 días inolvidables

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Llegar a Argentina y pasar por las cumbres y valles de Tucumán, degustar las famosas empanadas en Famaillá y luego bajar 3,100 kilómetros a Usuhaia, en Tierra del Fuego, en el fin del mundo, son destinos de película. Para caminar, navegar, tomar fotos, comer bien, tomar buen vino y conocer historias y leyendas. Los argentinos, como decía Borges, no descienden de los mayas como los guatemaltecos, ni de los incas como los peruanos, sino de los barcos. Las puertas de la inmigración se levantaron y entre 1871 y 1915 Argentina recibió cinco millones de europeos: italianos, españoles, franceses, sirios-libaneses, ingleses, alemanes, armenios, rusos, polacos, suizos, galeses y judíos. Abrieron comercios y caminos y desarrollaron la agricultura y extendieron las vías ferroviarias. Con ellos la nación creció y se modernizó y fue la quinta economía del mundo. El otro grupo fue el del indio y el gaucho. En Quilmes, a 1,300 kms. al noroeste de Buenos Aires, Germán Guanca, un indígena del 30 años de edad, me recibió al pie del Alto Rey, en las ruinas del mayor asentamiento precolombino de Argentina. “Los Quilmes existimos desde el año 800 D.C.” declaró. “No hemos sido ni expansionistas ni invasores”. “Respetamos a los vecinos de la misma etnia diaguita y nos unimos alrededor de los ritos de la Pachamama, el sol y la lluvia”. “Somos unos 3,000” indicó y afirmó que practican el fútbol como buenos argentinos. Continué por la Ruta 40, en dirección a San Miguel de Tucumán, con escala en El Infiernillo a 4,000 metros de altitud, alucinado con el paisaje exótico de los Valles Calchaquíes. La historia de la acogedora Estancia Las Carreras, de cómodos cuartos, en Tafi del valle es excepcional. “Perteneció a los jesuitas desde 1718 y hoy sigue siendo una estancia agrícola en pleno funcionamiento”, comentó Inés Frías Silva descendiente de los familiares que la adquirieron en 1779. El vuelo de Aerolíneas Argentinas me llevó hasta Usuhaia, puerta del Antártico. El frío de fines de septiembre registró 5 grados centígrados y tuve la suerte de fotografiar la belleza de los primeros días soleados de la primavera. Por la ventana del Tren del Fin del Mundo vi los picos nevados de la cordillera y la vegetación de invierno. “Esta carrilera guarda el tormento y el esfuerzo de los presidiarios que la construyeron a comienzos del siglo XX”, explicó Martin Saleha, gerente del tren. El presidio se conserva intacto y su visita conserva rastros del pasado que vivieron criminales convertidos en relatos, como Petiso Orejudo. Usuhaia es un lugar lindísimo, dice Daniel Leguízamo, secretario de Turismo del municipio. “Hay montañas, lagos y el canal de Beagle”. “La gente puede ir a la montaña o a las buenas pistas de esquí donde vienen los equipos de elite a sus entrenamientos”. En restaurantes y gastronomía, Usuhaia es de concurso: centolla o merluza negra del Atlántico, y cordero fueguino en leña.• enviar por email Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/11/16/1614501/tucuman-y-el-fin-del-mundo-en.html#storylink=cpy

domingo, 6 de octubre de 2013

Curazao, un poco de Amsterdam en el Caribe

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Al llegar a Curazao uno tiene la sensación de estar en Amsterdam, por el colorido y arquitectura de sus edificios. Muchas cosas quedaron de la ocupación holandesa de 1634. Otra semejanza es un gran canal marítimo que divide a Punda y Otrobanda, los dos distritos residenciales y comerciales de Willemstad, capital de la isla. Un servicio de ferry y el puente de Pontón Reina Emma facilita el cruce de pasajeros. Los callejones, el idioma, la moneda, el gobierno y su cultura están asociadas con Holanda. Curazao es una isla que siempre ofrece novedades al visitante. Desde las extraordinarias playas, el sol y la rica cocina hasta las facilidades para los deportes acuáticos, atraen al turista. Además de lo anterior, los curazoleños poseen una magia para encantar al foráneo. Es el ambiente de armonía, la alegría y la amabilidad que se respira en esos 444 kilómetros cuadrados de superficie. Ese clima de convivencia lo pudimos comprobar en el North Sea Jazz Festival que acaba de pasar con gran éxito. El evento realizado en Willemstad congregó a figuras de la música como Prince, Marc Antony, Diana Ross, Gladys Knight, Luis Miguel, Paul Anka, Rafael Saadiq, Herbie Hancock, Ericka Badu, The Roots, Los Lobos y Sabrina Starke. ¿Porqué esta isla es tan especial? “Somos auténticos y nos educaron para atender al visitante” respondió André Rojer, oriundo del oeste de Curazao y director de la oficina de turismo en Miami. “Cualquier camarero, taxista o empleado de almacén habla tres, cuatro y cinco idiomas”. Rojer explica que él aprendió el papiamento (una mezcla de africano, portugués y holandés) en su casa, holandés en la escuela, y antes de terminar la primaria le enseñaron inglés y español. Muchos también aprenden el francés, italiano o alemán. Un lugar así tiene todo a su favor para sacarle provecho como destino turístico internacional. Los curazoleños poseen una mezcla con fuertes raíces africanas, cuyo pasado estuvo marcado por el comercio de esclavos en América. Las historias, documentos, testimonios, grabados y huellas se conservan en el Museo Kura Hulanda, de Willemstead, gracias al empeño de un empresario holandés. Curazao tiene playas para escoger, todas de arena blanca y aguas turquesas: Santa Bárbara Golf, Spa & Resort es uno de los recientes desarrollos hoteleros con playas exclusivas, marina y un hermoso campo de naturaleza exótica. Para esperar el atardecer no hay como el Blues, el bar del Hotel Avila, sobre el agua y con un grupo de jazz y música de la isla. Si viaja infórmese con Costamar: 1800 913 9009. Una caminata por las calles de la capital nos acerca a sus murallas, fuertes y al día a día de los residentes, los cuales tienen pasaporte holandés, y muchos han estudiado la universidad en Amsterdam. Curazao es una isla para visitar.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/10/05/1581680/curazao-un-poco-de-amsterdam-en.html#storylink=cpy

lunes, 9 de septiembre de 2013

Galápagos: islas del más allá

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Este es un viaje a uno de los lugares más agrestes que se puedan visitar en el Océano Pacífico. Cuando las iguanas marinas se deslizan por la arena o las tortugas caminan en el bosque, es como un encuentro con la prehistoria. Las islas Galápagos son algo inesperado. Refugio de piratas y balleneros. A 1,000 kilómetros del litoral ecuatoriano fueron también el escondite de parejas de enamorados fugados de Europa, cuyas historias aún son leyendas de amor. Hay escasez de agua. El paisaje es precioso, árido y desértico. Se encuentran helechos, musgo y orquídeas en la parte alta. No es una isla de playa, el litoral es rocoso y de oleaje fuerte. El mar es frío, excepto si se bucea por las cavernas. Son 13 islas grandes, cinco medianas y 275 islotes. Descubiertas por el obispo de Panamá, Tomás de Berlanga, en 1535 al ser arrastrado por una corriente desde las costas de Colombia. Las islas son de origen volcánico, famosas por las especies que tiene y por los estudios sobre su evolución que allí realizó en 1835, el naturalista inglés Charles Darwin. Población: 70,000 habitantes y la mayoría vive en las islas de San Cristóbal, Santa Cruz e Isabela. Los aviones salen de Quito y Guayaquil y aterrizan en el aeropuerto de Baltra, sobre una pista construida por los norteamericanos durante la II Guerra Mundial. El clima es caluroso. La comida es deliciosa, a base de pescados. Es un sitio para admirar las focas, pinguinos, ballenas y tiburones. “Aquí hay mucho pescado para comer, por eso los tiburones no son agresivos”, dicen los nativos. También hay cangrejos, patos, alcatraces y diversidad de aves. Lo emblemático son las iguanas y los galápagos, tortugas gigantes que viven hasta 80 años. Para verlas hay que subir a la parte verde en el área montañosa de la isla. Comen hierva y son inofensivas. No es un animal costero y hay diversas especies en las diferentes islas. “Los ojos de la tortuga gigante se clavan en usted por largo tiempo, como queriendo escudriñar su mente y sus intenciones”, escribió Octavio Latorre, en su libro “La maldición de la tortuga”. Plantea una hipótesis según la cual todo intento de explotación que sacrifique la ecología de las islas termina en fracaso o muerte. La vida es muy natural. Es usual ver a los muchachos salir del colegio y al pasar por la Laguna de las Ninfas, en Puerto Ayora, dejan sus mochilas con sus libros en un lado y se lanzan al agua con jeans. Juegan felices entre ellos, mientras las niñas los miran desde la orilla. En Puerto Ayora organizan paseos de a caballo o en bicicleta, buceos y avistamiento de aves. Se puede viajar con Costamar 1-800-913-9009. “La mejor época para visitar las islas es entre diciembre y marzo, cuando el mar no está movido y no hay lluvias”, recomienda el explorador norteamericano José Oliva, autor de CDs musicales y documentales de Alcione www.alcione.com. • Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/09/07/1559254/galapagos-islas-del-mas-alla.html#storylink=cpy

domingo, 25 de agosto de 2013

Tres días de sol y relax en Grand Bahamas

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Tres días en Grand Bahamas, la segunda isla más poblada del archipiélago de las Bahamas, es un encuentro con el sol radiante, manglares, palmeras y aves. En 1760 George Washington las visitó y las calificó de “islas del junio perpetuo”. El avión despega del aeropuerto de Miami y en 25 minutos el turista está en tierra. Solo se requiere de pantalones cortos, traje o vestido de baño, camisetas, sandalias y sombrero, para vivir días de playa, comida de mar, casino, música, deportes náuticos y ocio. La capital de esta isla es Freeport y tiene 80 millas de largo por 16 de ancho. La población alcanza los 52,000 habitantes. “Todas las islas tienen playas excelentes” expresó Carmel Churchill, del Hotel Gran Lucayan. Me impresionó el mar de la Gold Rock Beach. “Esas playas están seleccionadas en la lista de las diez mejores del mundo”, dijo. La gente entra a más de 200 metros al mar y puede pararse en la arena y verse los pies, el agua es limpia y cristalina. Las playas están en un área preservada, donde no se han permitido construcciones ni alteraciones del paisaje. Ahí cerca se encuentra el Lucayan National Park, ubicado a 26 millas al este de Freeport. Se camina por senderos que permiten admirar el ecosistema y visitar la Cueva de Ben que se conecta con un extenso paso submarino. Para no perderse las maravillosas playas del Grand Lucayan Resort, www.grandlucayan.com. Tiene palmas de coco, piscinas, sillas en la playa, bares y siete restaurantes donde no hay tiempo para aburrirse. “Trabajamos para lograr el equilibrio perfecto entre el lujo de un resort moderno y la magia de una cultura impregnada de las Bahamas’, afirmó Mary Casey Pinto, directora de Marketing. Port Lucayan Market Place es el paraíso para las compras de joyas, esmeraldas, fragancias y artesanías. Posee 14 restaurantes de cocina internacional, una plaza para escuchar música y bailar y la marina. Desde allí parten los botes de Unexso, la experiencia donde niños y adultos interactúan junto a los delfines. Hay tours en Kayak, safari en jeep, paseos en bicicletas y visitas a la fábrica de perfumes y a la cervecería. Un lugar rico en corales e ideal para buceo es el Peterson Cay Nacional Park, a una milla de la costa. Las Bahamas se independizaron del Reino Unido en 1973 y son miembros de la ONU, OEA, la Mancomunidad Británica de Naciones y el Mercado Común del Caribe. El archipiélago lo componen 24 islas habitadas, 600 deshabitadas y más 2,000 islotes. La población total es de 368,000 habitantes y la capital Nassau, donde reside el Gobernador. www.bahamas.com La gente de Grand Bahamas es hospitalaria, alegre y atiende al visitante con buena disposición. Si quiere olvidarse del bullicio, las congestiones de tránsito y los afanes de la vida citadina, empaque algo de ropa y venga para las Bahamas. Recargará baterías y la pasará de película.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/08/23/1550190/tres-dias-de-sol-y-relax-en-grand.html#storylink=cpy

domingo, 11 de agosto de 2013

Una isla para desconectarse del resto del mundo

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Las islas Grand Cayman (Gran Caimán) están a una hora en avión de Miami y son mucho más que un lugar de mar y playas de ensueño, que atrae a mujeres solas y familias, por la seguridad que ofrece. Gran Caimán, la mayor de las tres islas concentra el grueso de los 53,000 habitantes. Es un Territorio Británico de Ultramar, muy conocido por su condición de paraíso fiscal. Combina lo moderno con calles de arena caliza y palmeras por donde transitan sin prisa gente sencilla y millonarios. “Es una isla bonita para vivir, donde no tenemos crimen”, dijo Walter Regidor, que administró el Hotel Marriott de Gran Caimán, antes de su traslado a Lima. “Tenemos mucha vida social y buen cine, aunque extraño el teatro y la vida nocturna de Buenos Aires”, comenta. Aquí no falta nada, aseguran sus residentes. Hay 150 restaurantes desde uno italiano con dueño italiano, camareros italianos y cocinero italiano. Lo mismo pasa con el restaurante de India. La combinación de comidas, es fantástica. Mucha gente conoce las islas a través de la parte financiera. En Gran Caimán solo se pagan impuestos cuando se compra una casa y después nunca más. Aseguran que es una buena inversión. “Rentan y pasan bien aquí tres meses por año”. También me dicen que aquí residen algunos norteamericanos que han renunciado a su nacionalidad para vivir libres de impuestos. Hay 1,500 compañías de seguros y 400 bancos registrados que operan con capitales internacionales. El segundo día en la isla tuvimos una experiencia fenomenal: poder nadar entre mantarrayas y tocarlas en un ambiente natural en un mar de aguas cristalinas. En el extremo norte de Gran Caimán está la llamada granja de tortugas Boatswain’s donde desarrollan un programa de ayuda a la conservación de la especie. El entorno de playas y aguas de las tres islas es de una belleza extraordinaria. Punto ideal para practicar deportes acuáticos y comer pescados frescos y mariscos. Sin embargo lo que más llama la atención es la belleza de playa de las Siete Millas, donde está el Marriott. El Marriott Beach Resort tiene el mayor toque de empleados latinos de la región, y es una muestra de la diversidad étnica presente en la isla. “Tenemos personal de 45 nacionalidades”, informó el gerente (marriotgrandcayman.com). En cuanto a la música —dice— hay muchos cubanos en la isla. “Esta es una isla inglesa, pero con sabor latino”. “Necesitamos gente que venga a trabajar”, comentó el dueño de un bar. Por su cercanía con Centroamérica, la comunidad hondureña es la tercera más numerosa de la isla. Uno de los lugares de encuentro de los hispanos es Latin Taste, restaurante hondureño de George Town, la capital. Embarcarse en una lancha y hacer un recorrido desde el puerto de George Town por Cayman Brac y Little Cayman, las otras dos islas, es un paseo inolvidable.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/08/10/1540001/una-isla-para-desconectarse-del.html#storylink=cpy

martes, 30 de julio de 2013

En Bogotá las noches no se acaban

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Tres horas y diez minutos separan el vuelo entre Miami y Bogotá, la capital colombiana. Su carácter de ciudad fría fundada entre montañas andinas, a 2,640 mts. de altura ha cambiado. Dejó de ser un pueblo dominado por una sociedad pacata, para convertirse en una metrópoli de 25 grados centígrados de temperatura en el día, y ocho millones de habitantes, donde la gente acude a las cervecerías casi todas las noches y las discotecas funcionan hasta la salida del sol. “Bogotá es divino, pero no se engañe quien crea que es solo rumba”, asegura Fenelón Giménez, venezolano radicado aquí hace tres años, dedicado a las inversiones petroleras. “En Bogotá se trabaja de ocho de la mañana a ocho de la noche con gran intensidad”, expresó. De la oficina se pasa al restaurante, luego se pasa a unas copas y se está puntual en la oficina a las ocho de la mañana”. La nueva y moderna terminal aérea es lo primero que llama la atención del viajero. Algunos coinciden en decir que el diseño es muy parecido al aeropuerto de Miami. “Los felicito, tienen uno de los mejores aeropuertos de América Latina”, comentó a su llegada de Lisboa, el empresario Manuel Pereira. La transformación de Bogotá en los últimos años salta a la vista: más rascacielos de oficinas y apartamentos y más hoteles con el sello de las grandes cadenas internacionales y una amplia red de restaurantes con variedad gastronómica. El ajiaco y el cocido santafereño, la sobrebarriga en salsa, las longanizas, morcillas, sancocho de gallina o carnes a la brasa, se pueden encontrar en restaurantes de primera línea en el barrio La Candelaria, patrimonio arquitectónico y colonial, en la Zona T, en la zona G, en el Centro 93 o en Usaquén. Una cita para almorzar o comer en Bogotá el fin de semana es una oportunidad para pasear por encantadores pueblos de la periferia de Bogotá: Chía, Cota, Funza, Sopó, La Calera o Zipaquirá. “Son lugares con maravillosos desarrollos de conjuntos residenciales para vivir en contacto con la naturaleza”, dijo Tulio Pizarro, editor de Passport Magazine y residente en Cajicá. Restaurantes preferidos por los taxistas: Punto 69, Caldo Parado, La playita y El paisa, Asadero Carne Brava y Doña Marlén. El metro cuadrado de la finca raíz en el sector El Retiro y La Cabrera, de Bogotá es uno de los más costosos, después del centro histórico de Cartagena y se cotiza en $3,420, según la revista Semana. Venezolanos, españoles, ecuatorianos, chinos y coreanos encabezan la lista de los inmigrantes decididos a quedarse en el país. “Siete de cada tres pacientes que atendí hoy, son venezolanos” comentó la médica Angela Causíl Durán. La nutrida inmigración de técnicos venezolanos ha sido determinante en los casi dos millones de barriles diarios que Colombia explota actualmente. El caos en el tránsito es el lunar de su modernidad y la tarea pendiente para que Bogotá sea una capital de cinco estrellas.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/07/27/1529174/en-bogota-las-noches-no-se-acaban.html#storylink=cpy

El barrio Sur de Colonia de Sacramento

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Colonia de Sacramento pasó de ser una fortaleza que el portugués Manuel de Lobo levantó en territorio español, en 1680, a convertirse en una de las ciudades más visitadas de Uruguay por sus vecinos argentinos y turistas de todo el mundo. La ciudad fue la “manzana de la discordia” entre España y Portugal en tiempos de la colonización, en los siglos XVII y XVIII, y su posesión fue la causa de conflictos, choques y guerras que se prolongaron por un siglo. “De repente los españoles venían, destruían todo y mataban”, narra la guía Adriana Sosa. “Los portugueses luego que se lo ganaban diplomáticamente en Europa lo volvían a reconstruir y vivían sus tiempos en familia, produciendo”. De aquellos ajetreados tiempos queda el Barrio Sur en el casco histórico por el que se puede caminar para admirar sus murallas, calles adoquinadas, faroles en las esquinas, y casas de arquitectura española y portuguesa. Además de las raíces españolas y portuguesas, Colonia es hoy una ciudad de 25,000 habitantes, un apacible caleidoscopio de culturas donde reinan la armonía y el buen vivir. La gastronomía es un variado menú con oferta de asados de carne a la parrilla, pastas exquisitas, pescados, paella y mariscos; quesos de la colonia suiza y la Colonia Valdense y vinos de Carmelo. En la Plaza 1811, en el corazón de la ciudad la guía Adriana Sosa, describe el monumento principal: “Este monolito enmarca la fecha en que Artigas, mandado por el ejército español, emprende su campaña por la libertad con un grupo de valientes como Juan Silva, Angel Velásquez y Laurencio Lezcano”. Un perfil del centro de Colonia lo dan sus calles bajo la sombra de centenares de árboles altos y frondosos, conocidos como plátanos, traídos de Australia en el año 1900, aun cuando algunos residentes protestan, según asegura Juan Carlos Silvestri, porque “rompen las aceras”. La Calle de los Suspiros, de obligado paseo, deriva su nombre de varias leyendas, una de ellas tiene que ver con las lindas mujeres y bares que funcionaban en ese sector. Paralela a esta calle, junto al Portón de Campo y la muralla, estaban los soldados, quienes suspiraban por ellas. A unas cuantas calles de ahí está el Faro sobre una torre blanca de 34 metros que data del año 1857. Colonia está ubicada a 178 kilómetros de Montevideo y 40 kms. de Buenos Aires, separadas por el ancho Río de la Plata, en cuya ribera izquierda se desarrolló la ciudad. El malecón, con sus museos y restaurantes, es otro de los atractivos turísticos. En la mitad del río se divisan las islas, todas uruguayas, entre las que la más importante por su flora y fauna es San Gabriel, donde según cuentan las historias se establecieron los portugueses. Buscaban no perder el negocio de las minas de Potosí, Alto Perú, de donde llegaba oro y plata que luego era enviado de contrabando a España. Viaje a Colonia, le encantará.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/07/13/1519906/el-barrio-sur-de-colonia-de-sacramento.html#storylink=cpy

sábado, 15 de junio de 2013

La riqueza del Zulia, son los zulianos

ENRIQUE CORDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Es calurosa, de gente zalamera y regionalistas. Su patrona es la Virgen de Chiquinquirá, a la que llaman cariñosamente la Chinita y cuya feria celebran el 18 de noviembre. Ocho días antes la bajan del altar y la llevan a visitar todas las parroquias. En la noche del 17 se realizan los tradicionales “amaneceres gaiteros”, fiestas que duran hasta el amanecer con furro, maracas, cuatro y tambor. La vuelven a subir al altar el 18 al final de una gran procesión. Asi es Maracaibo, capital del estado Zulia, ciudad más poblada, después de Caracas y el centro petrolero más importante de Venezuela. Mi visita coincidió con la de mis colegas maracuchos: Isabel y Oswaldo Muñoz. Aquí comenzó su carrera Oscar de León tocando con la orquesta Dimensión Latina, dijo Oswaldo, en el Paseo del Lago. “De este sector de El Milagro también es la cantante Lila Murillo, exesposa de José Luis Rodríguez, el Puma”. Seguimos rumbo sur y nos detuvimos para caminar por el Monumento y la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Llama la atención el colorido de las casas coloniales en un costado y el azul fuerte de la Iglesia de Santa Bárbara. Más adelante, en la Plaza de Bolívar, los edificios del Palacio Legislativo y el Palacio de los Cóndores, sede del poder ejecutivo. En la calle docenas de buhoneros venden alcanforina, horchata, chicha y limonada. Mientras caminamos los Muñoz recuerdan un eslogan local, “La riqueza del Zulia, son los zulianos”. Un aviso con el letrero “Venta de ropa, calzado, lencería, bisutería y quincalla”, anunció el concurrido Mercado de las Pulgas, único en la costa de un lago con gran movimiento de compradores y vendedores asiáticos, de la etnia wayúu, maracuchos y venezolanos de otras latitudes. “Aquí consigues desde un Land Rover hasta los clavos de Cristo o un par de medias”, expresó el periodista. Para su construcción en 1972 fue necesario demoler el barrio El Saladillo, proverbial punto en pleno centro de la vida maravina. A pesar del sol en el Paseo del Lago se ve caminantes, gentes haciendo ejercicios y parejas de enamorados. Abunda el cují negro, una planta que no requiere de muchos cuidados y cocotales. Este 24 de junio se conmemora la Batalla Naval del Lago de Maracaibo que se libró en 1823, y en la que los buques republicanos comandados por el almirante colombiano José Prudencio Padilla, derrotó a la escuadra española que perdió a 69 oficiales y huyó a Cuba. “Tenemos institutos educativos y avenidas en honor a su labor heroica”, anotó Muñoz de El Venezolano y antiguo gaitero. Las cuajadas, puerco asado y plátano los comimos en un restaurante de La Cañada, donde sus habitantes sostienen que nació Rafael Urdaneta, último presidente de la Gran Colombia, con sede en Bogotá. Entre los mayores orgullos zulianos figuran el pelotero Luis Aparicio, único venezolano exaltado en el Salón de la Fama y Felipe Pirela, el “Bolerista de América”. Los dos nacidos en el barrio Santa Lucía, uno de los íconos populares del Zulia. Al final un taxista con música de vallenato a todo volumen.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/06/15/1499024/la-riqueza-del-zulia-son-los-zulianos.html#storylink=cpy

domingo, 2 de junio de 2013

Excursión a pueblos del Oriente Boliviano

ENRIQUE CORDOBA.- El Nuevo Herald.- Viajar por Bolivia es entretenido. Salí de Santa Cruz de la Sierra hacia el oriente por una carretera asfaltada y me llovieron sorpresas en todo el recorrido. Primero en Cotoca, a 60 kms. un pueblito de tiendas y ventas de artesanías al pie del Puente de Pailón de 1.400 metros, sobre el río Grande, el más largo de Bolivia. Después una carroza tirada por un caballo, (buggies). A su lado hombres con overol y sombreros de cowboy y mujeres de vestidos largos estampados con motivos florales y sombreros blancos. “Es una de las 50 colonias menonitas que tenemos en Bolivia”, explicó Humberto Gúzman, el guía. “Llegaron a Bolivia en 1954”. “Proceden de Canadá y México y se establecieron en Tarija, el Beni y aquí en Santa Cruz”. “No tienen teléfono, ni internet, viven aislados del mundo”, comentó Guzmán. Dueños de maquinarias, ganados y grandes procesadores de queso mozzarella. Seguimos entre tierra rojiza, vegetación verde y cielo azul. Fincas bufaleras, cultivos de palma africana, casas de campo y un panorama precioso de naturaleza virgen. Sin embargo escaso tránsito de vehículos y poca gente. Bolivia es un país muy grande, de enormes riquezas naturales, posee una inmenso territorio y poca población. Es tan grande como España y Francia juntas y su población se equipara a Bélgica:10 millones de habitantes. Al medio día, almuerzo en San Javier, el lugar donde los jesuitas fundaron en 1.691 la primera Misión con la finalidad de evangelizar los indígenas de la región. Por denominarse así, esta zona de Bolivia, se conocen como Misiones de Chiquitos o Chiquitania Boliviana. Fueron parte de un mandato del Papa Paulo III que acogió Ignacio de Loyola, el creador de la Compañía de Jesús. Emprendió en 1540 la labor de fundar reducciones y evangelizar en el Nuevo Mundo. También les motivaba la búsqueda de El Dorado o el Gran Paitití, de una supuesta ciudad de oro. Pasamos la noche en el Gran Hotel, en la Misión de La Concepción, otro pueblo de una amplia plaza enmarcada por una iglesia, el cementerio, las escuelas, los talleres y las viviendas. “El padre suizo Martín Schmid fue el arquitecto y músico creador de las iglesias misionales, con un estilo barroco mestizo”, dijo el guía. No solo las iglesias sino las columnas talladas, los púlpitos, altares, los muebles y cajones son de madera y los altares bañados en oro. Jesuitas y franciscanos usaron para evangelizar en las ocho reducciones de Bolivia, la música renacentista y barroca. “El oficio nos viene por generaciones”, dijo un artesano en el taller de la Iglesia de la Concepción, mientras tallaba la imagen de un santo. Al regresar a Santa Cruz nos informaron de un descubrimiento reciente. La Opera “San Ignacio de Loyola” de Domenico Zipoli, (contemporaneo de Bach), Schmid e indios chiquitanos. La partitura fue restaurada y transcrita y se puede escuchar http://www.youtube.com/watch?v=ARlTk7UJjbs El Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca congrega a turistas y amantes de estas composiciones antiguas, en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia. Se puede viajar con www.costamar.com

El Salvador, lugar amado por los turistas

ENRIQUE CÓRDOBA ESPECIAL/EL NUEVO HERALD Una de las sorpresas que experimenté en mi reciente viaje a El Salvador, el Pulgarcito de Centroamérica, fue poder cruzarlo de frontera a frontera, ingresando por Guatemala y saliendo por Honduras, los dos países con los que limita, además del mar Pacífico. Viajé por una carretera del oeste al este, con montañas al norte y al sur, un sonoro oleaje, reconocido a nivel mundial por los aficionados del surf. Pasé la caseta de los agentes de aduana y seguí disfrutando de un paisaje de naturaleza verde, frutales y fincas con ganados y aves de corral. De Chinamas el caserío de migración binacional, al borde del río Paz, seguí hasta Chalchuapa para visitar a la familia de Willie Retana y degustar las pupusas, comida típica muy popular en El Salvador. Consiste en una tortilla de masa de maíz elaborada a mano y rellena con queso, chicharrón, frijoles refritos o tocineta. “Su origen no se conoce muy bien”, explicó el dentista Emilio Escobar, “pero los antropólogos sostienen que nació en el occidente salvadoreño”. En “La cocina de Beatriz” te enseñan la forma más fácil de preparar la auténtica receta de las pupusas, comentó el guía en las ruinas prehispanicas de Tazumal. La vía de Chalchuapa y Santa Ana hasta San Salvador, se recorre en dos horas y permite hacer el desvío al Lago Coatepeque, de aguas ideales para el buceo, natación, velerismo y ski acuático. En la zona de Santa Ana también se encuentran los mayores cafetales, fuente número uno de empleo rural en el país. El millón y medio de habitantes, que conviven en el área metropolitana de San Salvador, la capital, disfrutan de un clima de temperatura cálido todo el año gracias a sus 650 msnm y la biodiversidad montañosa que le rodea. “La mitad ama el mar y la otra la montaña”, me dijo el gran fotógrafo Henry Canjura, de la capital salvadoreña, que se desplaza por la geografía de su país y va a las cumbres para captar siluetas de volcanes al amanecer o al caer el sol. San Salvador tiene sitios de interés como la Plaza Morazán, el Teatro y el Palacio Nacional, la Plaza de la Libertad, la Catedral, en el centro de la ciudad y el Paseo del Carmen, –en las afueras– que ofrece movida nocturna en bares, cafeterias y tiendas. Las playas de El Turco y Sunzal son las más visitadas por los turistas amantes del surf, en departamento de Libertad, respondió Canjura, a mi pregunta de los cinco lugares más visitados. Le siguen: la playa de Costa del Sol de arena gris de donde salen embarcaciones a pescar pez vela. Tercer destino: Suchitoto, muy sufrida durante la guerra, pero ya reconstruída con calles empedradas y casas colonias. En cuarto lugar: Ataco, en la famosa Ruta de las Flores con excelente gastronomía. Y de quinto: Tamarindo, El Cuco y El Espino, al oriente con playas casi vírgenes. Dormí en Usulután donde me contaron historias del triste pasado que están empeñados en transformar en un futuro de oportunidades. Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/06/01/1487988/el-salvador-lugar-amado-por-los.html#storylink=cpy

viernes, 31 de mayo de 2013

Barrio El cabrero, entre las reliquias de Cartagena

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Una enorme y pintoresca mansión de paredes blancas, de dos plantas al estilo antillano, techo rojo, grandes ventanales de color verde, corredores, flanqueada entre palmeras caribeñas, es otra de la colección de reliquias arquitectónicas que ofrece Cartagena de Indias, en el litoral colombiano. La casa de madera —copia de las estructuras jamaiquinas— está localizada a 100 metros del recinto amurallado junto a los baluartes de San Lucas y Santa Catalina y a poca distancia del oleaje del mar donde comienza la Avenida Santander que recorre el barrio Marbella y Crespo. Su embellecimiento se debe a que fue construida en el siglo XIX y fue residencia de Rafael Núñez, cuatro veces presidente de Colombia. Al frente se levanta otra joya histórica: la Ermita cuya fundación data del año 1885 y guarda los restos del ex-presidente Núñez. “Esta iglesia se erigió bajo la promesa hecha a la Virgen de las Mercedes de proteger la ciudad de los ataques del general bogotano Ricardo Gaitán Obeso, quien intentó tomarse la ciudad”, explicó el historiador cartagenero Carlos Villalba Bustillo. “En 1885 Gaitán Obeso y su tropa liberal se pasearon victoriosos por la Costa Caribe, pero su obsesión era tomar a Cartagena, la ciudad de Núñez, del partido conservador”. Casi lo logra, pero Doña Soledad Román, esposa de Núñez prometió a la Virgen de las Mercedes que si Gaitán no tomaba la ciudad, ella construía una ermita en su honor”. La ermita costó 30,000 pesos; 25,000 de doña Soledad y 5,000 del doctor Núñez”, recuerda el periodista de Cartagena Rodolfo de la Vega. La casa conserva en su interior muebles y objetos personales que el dirigente colombiano usó en su estadía en la ciudad amurallada. Además de haber vivido y fallecido en esa casa, desde allí se gobernó a Colombia y fue sede de consejos de ministros. Núñez, nacido en Cartagena, fue abogado, periodista y poeta. El el autor de la letra del Himno Nacional de Colombia, gestor de la Constitución de 1886 —que rigió hasta1991 cuando se firmó la actual Carta Magna— y figura dominante de la política colombiana de buena parte de finales del siglo XIX. La casa fue heredada por Soledad Román en 1874 y luego del matrimonio con Núñez pasó a ser de la pareja en 1877. Tiene un precioso patio con vegetación frondosa. “La coquera típica y otras plantas del jardín fueron cultivadas desde los tiempos de Doña Soledad”, comenta la guía. Al frente, pasando la calle, el parque Apolo con la estatua de Rafael Núñez. “El nombre de este barrio aparece en los planos de Cartagena del siglo XVIII y procede de la historia de la ciudad” comenta la guía. “Había manglares y una cría de cabras y se multiplicaron dando el nombre al entorno de la laguna”. Cerca existía una fortificación de fusilería y más tarde pasó a ser un barrio de casas individuales y poblado por pescadores. Hoy es uno de los atractivos de la ciudad heroica.•

jueves, 25 de abril de 2013

LOS ROQUES UN ARCHIPIELAGO BELLO Y SALVAJE

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- El avión de18 pasajeros partió del aeropuerto de La Guaira y en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos aterrizando casi sobre el mar en la pista del Gran Roque, puerta de entrada y de servicios de los 44 islotes o cayos y 250 bancos de arenas y recifes coralinos. La primera imágen que se encuentra al descender del avión es de naturaleza salvaje y un mural en madera que dice: “El martes 6 de diciembre de 1842 llegó a la salina de Los Roques la goleta “Constitución” la cual traía de Colombia a Venezuela los restos del Libertador Simón Bolivar. Esta nave permaneció anclada hasta la tarde del 12 de dicho mes, cuando en compañía de la corbeta “La Circe” y los bergantines “Caracas” y “Albatross” zarpó hacia La Guaira”. Los viajeros caminamos bajo el fuerte sol y un cielo azul, por un sendero de arena coralina acompañado del sonido y la brisa del mar. Al lado, unos caserones de zinc haciendo las veces de oficinas de la terminal áerea y filas de pasajeros emocionados que van y vienen; y, a la vuelta de la esquina: El Gran Roque. No hay grandes edificios ni cosas artificiales, sino un pueblo laberíntico, apacible y de unas cuantas calles. Residen 1,000 habitantes afortunados que viven en casas de una sola planta, a la sombra de palmeras, almendros y cocos. Para el alojamiento, no hay que buscar hoteles de lujo sino muchas posadas acogedoras y cómodas de cinco o seis habitaciones. Tienen las paredes del frente pintadas en tonos alegres y en colores pastel. Ya instalado lo inmediato es salir con curiosidad a inspeccionar los alrededores y hablar con los moradores: desde la puerta del hospedaje el paisaje invita al relax: oleaje, lanchas, yates y un centenar de alcatraces y aves marinas. “Solamente esta isla y la de Krasky están pobladas”, dijo en el puerto el piloto de un bote. “Las más importantes son Francisqui, Nordisqui y Madrisqui, pero se mantienen desiertas, salvo en temporada de pesca, que es cuando se organizan expediciones de grupos y se montan campamentos o rancherías”, explicó. En la bahía siempre hay embarcaciones y sobre un morro el faro, guía de los navegantes. El catamarán está listo para salir y visitar las islas vecinas, nadar y tostarse al sol. Es posible nadar de un islote a otro por canales de agua transparente. Opcional: pesca, snorkeling o buceo para explorar el mar. Este es un lugar extraordinario por la inmensa extensión de mar tranquilo, lagunas, cayos, playas blancas, aguas cristalinas y las múltiples especies marinas. A la hora de comer el menú es variado: langostas, cangrejo, meros, chipichipi, picúas y pargos acabados de salir del mar. Tiene razón quien dijo que Los Roques es un lugar para visitar antes de morir.• Se puede viajar con www.costamar.com Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/04/20/1457013/los-roques-un-archipielago-bello.html#storylink=cpy

domingo, 7 de abril de 2013

Africa vive en el litoral colombiano

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Treinta kilómetros después de salir de Cartagena de Indias, pasar por San Basilio de Palenque, “primer pueblo libre de América” y luego seguir hacia el Golfo de Morrosquillo, la carretera deja ver un paisaje de mar, cultivos, ganados, caseríos y un ambiente cultural de gentes que conservan los orígenes africanos que trajeron sus ancestros a partir del siglo XVI. Música, gastronomía, rostros y expresiones de vida pueden ser similares a los trayectos entre vecindarios de Angola, Guinea o Tanzania. A finales de marzo pasado tuve la inolvidable experiencia de recorrer estas encantadoras tierras del noroeste de Colombia, auspiciada por www.costamar.com. Las escenas que se viven en estos pueblos de contrastes entre sus condiciones de abandono y la riqueza de la naturaleza que los rodea, es emblemática. Poblados en donde nunca ocurre nada, son una réplica exacta de la llegada a cualquier aldea africana: multitudes de niños ágiles, alegres, de sonrisas fáciles y blancas dentaduras, jugando y pasando el tiempo en la calle y plazas de mercado. Los adultos con sus ropas de vivos colores subsisten con el rebusque de la economía informal vendiendo cocos y refrescos y cocteles de camarones. Cuando llega un bus de pasajeros se arremolinan y rodean a los vehículos para vender frutas de la temporada, conservas caseras y artesanías de madera, fique, totúmo o tejidos en hilo. Las casas de estas poblaciones a los lados de la vía dejan ver hamacas colgadas en el bohío del patio con gente a su alrededor. En la sala muebles de mimbre, un televisor y un enorme equipo de sonido del que salen a todo volumen canciones de salsa, vallenato, mapalé, cumbia o champeta. Un ritmo que surgió hace pocos años en una barriada marginal cartagenera, con tanta acogida que en la actualidad se realizan certámenes que congregan a intérpretes, bailadores y numerosos seguidores. En el caserío de Gambote, un retén de policía, un puente metálico del año 54, puestos de venta de empanadas de huevo, patillas, nísperos, guanábanas, plátano y en un tramo de la carretera ciénagas con abundante pescado conectadas con el Canal de Dique. Obra memorable de la ingeniería española del siglo XVIII construida –con mano de obra esclava adquirida en el Caribe–, para proteger a Cartagena de los piratas ingleses y franceses. Las tierras de San Onofre y Maríalabaja están dedicadas a la crianza de ganado, sembrados de coco, yuca y plátano y palma africana, un cultivo de moda en toda Colombia por la demanda internacional de aceite. Tolú, Coveñas, Cispata y San Antero son puertos populares con playas que viven su mayor apogeo en las épocas de turismo de Semana Santa, las vacaciones de junio-julio y fin de año. Aquí los nativos consiguen algunos ingresos que les ayuden a sobrevivir hasta que regresan los turistas que se trasladan desde Bogotá, Medellín, Burranquilla, Bucaramanga y Monteria a gozar del sol, la playa, la música, la calidez de la gente y el pescado acompañado de con arroz con coco.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/04/06/1446421/africa-vive-en-el-litoral-colombiano.html#storylink=cpy

domingo, 24 de marzo de 2013

La vuelta al Brasil en dos semanas

ENRIQUE CÓRDOBA ESPECIAL/EL NUEVO HERALD Este viaje por Brasil empezó por Sao Paulo, siguió a Bahía de San Salvador, continuó por Brasilia, luego Foz de Iguazú y terminó en Río de Janeiro. Me habían dicho que Sao Paulo era muy grande por lo que cronometré el tiempo de sobrevuelo y confirmé, reloj en mano, que el avión requirió de media hora para atravesar la gigantesca la ciudad, sobrevolando barrios, vías y edificios. La caminé y entendí aquello de que Sao Paulo tiene más restaurantes que Nueva York y que es una ciudad despierta las 24 horas del día. “Puedes salir a las tres de la mañana para cocerle el dobladillo a un pantalón y encuentras varias modisterías abiertas que te resuelven el problema”, me dijo Leonor Amarante, periodista y curadora de la Bienal de la ciudad. “No solo somos la capital de los negocios de América Latina, somos la Meca del entretenimiento”, aseguró. Los paulistas se ufanan de vivir en una metrópoli donde ocurre “un evento cada 12 minutos”. Con 21 millones de habitantes, cuenta con 280 salas de cine, 115 teatros, 70 museos, 40 centros culturales y posee más de 50 tipos de cocinas internacionales. Llegar a Bahía, la primera capital colonial de Brasil es sumergirse en la “Capital de la Alegría” levantada entre mar, samba y las novelas de Jorge Amado. Lugar entretenido y fácil para el turista que puede aceptar el consejo de ir a la playa de Pituba en la mañana, hacer un recorrido por el casco histórico de Pelouriño y cenar carnes o fondue de rissoto en uno de los restaurantes de la Rua Julio David o Plaza de Colombo. Bahía es conocida como la “Roma Negra” por la elevada población de origen africano, lo cual se refleja en la música, la gastronomía, las artes y organizaciones como el Grupo Olodum y el Centro Yoruba Candomblé. Los edificios coloniales de gran colorido, las calles empedradas y las iglesias antiguas son un marco pintoresco que atrae de esta ciudad de tres millones de habitantes, extendida a la orilla del mar. La visita a Brasilia, la ciudad futurista de amplias avenidas y enormes edificios públicos planificada por Lucio Costa y Oscar Niemeyer en 1956, es un encuentro con el Brasil de la modernidad y el orden. Es una megalópolis en la que uno se encuentra con gentes y restaurantes de todos los continentes. De Brasilia viajé al extremo oeste del estado de Paraná, en la frontera con Argentina y Paraguay. El avión aterrizó en Foz de Iguazú, vecino a Ciudad del Este, en Paraguay y Puerto Iguazú en Argentina. Allí están las Cataratas del río Iguazú y la ciudad es considerada un enclave multicultural donde conviven italianos, alemanes, libaneses, chinos, japoneses y los habitantes de los países vecinos. El viaje organizado por www.costamar.com concluyó en Río de Janeiro, una ciudad tan maravillosa, versátil y de contrastes sociales que no cabe en una postal y merece crónica aparte.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/03/23/1436355/la-vuelta-al-brasil-en-dos-semanas.html#storylink=cpy

Historia, cultural y tradiciones en la Vía de la Plata

ENRIQUE CÓRDOBA ESPECIAL/EL NUEVO HERALD La Vía de la Plata fue una calzada romana construida sobre un corredor natural de la Península Ibérica entre Mérida y Astorga, por donde transitaban tropas, comerciantes y viajeros hace dos mil años. En la actualidad, el recorrido se ha extendido hasta unir las ciudades de Sevilla y Gijón. Con el paso del tiempo, árabes y cristianos también utilizaron esos caminos, incluyendo sus templos, acueductos, termas, teatros y puentes. Estos, a su vez, la enriquecieron con castillos, monasterios, fortalezas y palacios medievales. El origen del nombre no se refiere al mineral sino a la palabra árabe al-Balat, que quiere decir “camino empedrado”. Hoy, la Vía de la Plata es una propuesta turística con un formidable legado histórico, arte y catedrales. Además, ofrece hermosos paisajes campestres, ríos y montañas, viñedos, dehesas, gastronomía y villas arqueológicas. Tres horas tardó el autobús para recorrer los 253 kms. que separan a Madrid de Zamora, donde comenzamos esta experiencia en octubre pasado con un grupo de periodistas latinoamericanos. Acostumbrados a vivir en países relativamente jóvenes, todo lo que vimos, fotografiamos y nos contaron fue fantástico. Le encontramos sentido, por ejemplo, a la leyenda del Cid Campeador, la tarde que estuvimos frente a la que fue residencia de Rodrigo Díaz de Vivar, única construcción civil del siglo XI en Zamora, ubicada frente a la cabecera de la Catedral. Los fogones de los restaurantes de nuestro itinerario estuvieron encendidos con materia prima de primera calidad y cocina artesanal. Comer mal en España es difícil, entre los platos que nos trajeron a la mesa hubo caldereta de cordero, cocido gordonés, bacalao al ajo arriero, fabada, pescados a la sidra, cecina y morcilla leonesa. No faltaron el jamón ibérico, los huevos revueltos, quesos de oveja y de cabra, las yemas, el roscón, arroz con leche y los dulces con toques de recetas árabes y hebreas. Con los excelentes vinos reconocidos internacionalmente y la sidra asturiana escanciada con arte, se juntaron motivos para admirar los privilegios de la región. En cada lugar nos recibió gente acogedora, empezando por Zamora, León, Benavente, La Bañeza, La Pola de Gordón, Morcín, Lena, Aller, Bueño, Gijón y Mieres, este último un poblado que aún conserva esa atmósfera histórica de pequeño centro industrial. Zamora, ciudad de 66,000 habitantes a orillas del río Duero, nos recibió con cielo despejado y la brisa del otoño tardío. Se trata de la capital de la provincia del mismo nombre, en la comunidad de Castilla-León, muy cerca de la frontera con Portugal. A dos calles del Parador de Zamora, palacio renacentista del siglo XVI donde nos alojamos, están el casco antiguo y, a un lado, el ayuntamiento. El Parador pertenece al conjunto de castillos, monasterios y palacios españoles convertidos en hoteles de cuatro y cinco estrellas. Los enormes tapices en las paredes, la decoración renacentista, los escudos heráldicos, los pisos de madera y las armaduras en la puerta recrean aires de la Edad Media. Los zamoranos, al igual que Estrella Torrecilla, directora de Turismo, se expresan orgullosos de su ciudad: “En Zamora hay 23 iglesias románicas, muy juntas y unidas. No hay otra ciudad con mayor número de iglesias románicas”.“Este fue el terror de los romanos”, dijo la guía frente a la estatua de Viriato, pastor de ovejas, caudillo de la tribu lusitana y héroe zamorano que luchó contra la invasión romana. La antigua Lusitania abarcaba parte de Zamora y Salamanca e incluso Extremadura, ya que Mérida (que está en la provincia de Badajoz) fue la capital de la antigua Lusitania. Según las crónicas, cada vez que Viriato ganaba una batalla a Roma, arrancaba una tira a una capa de color rojizo, que llevaba a la espalda y la ataba a la punta de su lanza. Las ocho tiras rojas que tenía atadas en su lanza forman hoy la bandera de Zamora, junto a una franja verde que corresponde a la Batalla de Toro por el trono de Castilla el 1ro. de marzo de 1476, que ganan los Reyes Católicos a su sobrina Juana la Beltraneja, casada con el rey Alfonso V de Portugal, en Peleagonzalo, a 32 kms. de Zamora. Viriato murió asesinado por sus propios hombres, tres generales comprados por el ejército romano. Cuando fueron a reclamar el dinero los recibieron con la famosa frase: “Roma no paga a traidores” y se quedaron sin el jefe y sin el dinero. Las vitrinas de las tiendas y bares de tapas zamoranas son un muestrario de la riqueza de los campos. “Esta provincia tiene la mayor cantidad de ganado lanar de toda Europa, y de hecho aquí tenemos una empresa que exporta a comunidades judías y musulmanas por la forma como se trata al cordero”, declaró Pablo López Quevedo, concejal de Desarrollo Económico y Turismo de Zamora. “Nuestro vino es excelente, las bodegas de Rioja y Ribera del Duero tienen barricas aquí”, agregó. “Inclusive hay algunas de Burdeos, como la del actor francés Gerard Depardieu, que tienen una bodega en Zamora”. “Tenemos la cabaña ganadera más grande de España”, asevera el comerciante Rogelio Lorenzo. “No hay percebes ni langostinos, pero si leche de oveja, las mejores carnes del mundo, denominación de origen del chorizo zamorano, de queso de Zamora, tierra del pan y del vino. Aquí decimos que las uvas con queso saben a beso”. La Semana Santa zamorana es una de las celebraciones más afamadas de la península. “Las ferias y fiestas de Zamora son la Semana Santa”, asegura Lorenzo. “Nuestra vida aquí es muy tranquila”. Al llegar a León –después de pasar por Benavente y La Bañeza, en donde lo inolvidable fue comer ancas de rana y alubias en una bodega subterránea de 200 años–, nos admiramos ante un conjunto de monumentos artísticos. La Catedral –joya del gótico con vitrales únicos–, San Marcos, San Isidro, parques, plazas, fuentes y una calle muy transitada, la entrada del Camino de Santiago, flanqueada por restaurantes, mesones y gentes disfrutando de la hospitalidad de los leonenses. León es una ciudad muy antigua de 150,000 habitantes, fundada en la época romana. Uno de sus principales atractivos es el Barrio Húmedo, en el casco histórico. “A través de los edificios se ve cómo ha cambiado su historia, la forma de pensar y de construir”, explicó la guía Lourdes Ruiz Fernández. La muralla romana que bordea la ciudad es un adorno monumental. “Los romanos estuvieron en León 500 años y lo más importante que nos dejaron fue el nombre de la ciudad que viene de la palabra legión”, dijo Ruiz Fernández. Gijón, en el final del viaje, es una preciosa perla en la costa cantábrica con atractivos que cautivan a cualquier turista. Linda ciudad asturiana con playas, un largo malecón, parques rodeados de modernos edificios y gastronomía a base de los más exquisitos pescados y mariscos. Cimavilla es un barrio alto, familiar, con sabor marinero y huellas de su pasado romano: termas, murallas, iglesias y murallas. Ofrece un mirador, bellos paisajes de mar, callecitas que hablan de su rico pasado y un amplio programa cultural. La Vía de la Plata es una de las mejores experiencias para viajar a España y repasar la historia en pueblos y ciudades, con gente hospitalaria, buena cocina y vinos de primera calidad.• Historia Completa« Página anterior |1 | 2 Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/03/23/1436343_p2/historia-cultura-y-tradiciones.html#storylink=cpy Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/03/23/1436343/historia-cultura-y-tradiciones.html#storylink=cpy

miércoles, 13 de marzo de 2013

Uruguay, un país con calidad de vida

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Después de saborear una parrilla gourmet en el restaurante Francis, de Punta Carretas, los ravioles en García, zona de Carrasco y un buen asado en el Mercado del Puerto, de Montevideo, me convencí que se justifican las ocho horas de vuelo entre Miami y el aeropuerto de la capital uruguaya. Diversos estudios catalogan a Montevideo como la ciudad con la mayor calidad de vida de Latinoamérica. Una de las caminatas hacia la Ciudad Vieja se inicia en la Puerta de la Ciudadela que hasta 1929 protegía a la ciudad de las posibles invasiones. Otros sitios para visitar en esa zona son: el teatro Solís, la Presidencia de la República, el museo Torres García, el cabildo municipal y las cafeterías o boliches donde la gente se congrega para hacer tertulias sobre política o el fútbol, temas que apasionan por igual a hombres y mujeres. En caso de que el hambre asedie existen muchas opciones, como el restaurante Facal en la esquina de la Avenida 18 de Julio y Paseo Yi, especializado en comidas rápidas, como sándwiches, chivitos, picadas, pizzas y churros con chocolate. Su dueño, Federico Celsi es un ameno conversador de la cotidianidad uruguaya, de la prosperidad del país y de su equipo de fútbol: Peñarol. En la acera está la Fuente de los Candados. “Esto se me ocurrió al ver algo parecido en un viaje a Puerto Vallarta”, dijo Celsi. “Si dos amantes dejan un candado con las iniciales, volverán juntos a Montevideo y estarán unidos para siempre”. Ahora la fuente tiene agua y el publico acude a visitarla y a tomarse fotos. Los uruguayos también se precian de realizar el carnaval más largo del mundo, puesto que comienza en enero y termina en marzo. Los ensayos, tablados y desfiles son parte de una primera parte y luego siguen 40 días consecutivos del concurso. “Todo el país vive al tronar de los tambores o al canto de las murgas y por ese motivo nació el museo del Carnaval en los galpones de la rambla 25 de agosto, frente al puerto de Montevideo”, manifestó Eduardo Rabelino, director del museo. “Este evento unifica las diferentes etnias y culturas del Uruguay”, dijo. Una de las increíbles experiencias se vive en la ciudad de Piriápolis a 98 kilómetros de la capital. “Fue creada en 1890 por el visionario Francisco Piria, para el turismo”, me explicó la guía Cisel Cardoso. Esta villa es un destino para los amantes de la naturaleza: tiene montaña, 20 kilómetros de playa, tranquilidad, buena pesca y el Argentino Hotel, un lugar imponente para descansar con el mayor confort y disfrutar del paisaje y la gastronomía local. A pocos kilómetros de Piriápolis, en el área de Punta Ballena, encontramos “Casa Pueblo”, un sueño del pintor Carlos Paez Vilaró, hecho realidad. Los turistas acuden allí para ver la obra del artista y contemplar atardeceres románticos con música y la voz de Paez Vilaró. El siguiente destino para quedarse es Punta del Este, que hace las veces de Miami para argentinos, uruguayos y brasileros. No lo piense más, visítelo, Uruguay es un país donde se pasa bien porque goza de paz, hay buena gastronomía y su gente es hospitalaria y educada.• enviar por email Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/03/09/1424971/uruguay-un-pais-con-calidad-de.html#storylink=cpy

martes, 26 de febrero de 2013

República Dominicana es una isla de gente feliz

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Si alguien duda que los dominicanos son gente feliz, debe conversar con pobladores de Puerto Plata, compartir un sancocho con nativos en un patio del Cibao o ir a las “merengadas” los lunes entre 7 y 12 de la noche, en un bar de Santo Domingo. La simpatía de los dominicanos y su espíritu abierto hacia el visitante son el sello de bienvenida. La isla ofrece 1,500 kilómetros de playas extraordinarias, riqueza cultural, campos de golf, exquisita gastronomía a base de pescados y mariscos y un nutrido calendario festivo. Con diez millones de habitantes, una extensión de 48,442 kms. cuadrados y sol y música todos los meses del año, el turista tiene garantizadas unas inolvidables vacaciones en este rincón de las Antillas. “Aqui son felices con lo que hacen y lo que tienen” dijo el periodista Oswaldo Muñoz, quien se prepara para lanzar la edición del semanario “El Venezolano”, en República Dominicana. La inmigración venezolana crece vertiginosamente hacia este lugar. “Nos parecemos mucho con los dominicanos”, aseguró Muñoz. “La isla está preparada para el turismo y para recibir inversiones”, expresó. Alquilar un auto y viajar es una de los placeres para disfrutar y conocer el paisaje del país. Salí de la capital y San Pedro de Macoris fue mi primer destino. Visité los ingenios, una cabaña de pescadores y una finca de cultivos agrícolas. Luego entré a un taller de mecánica y al salir quedé sorprendido, pues un grupo de muchachos de la calle se me abalanzaron y me rodearon sin que yo supiera qué ocurría. Mas tarde me enteré que me confundieron con un scout. “San Pedro es un lugar muy visitado por los cazatalentos de los equipos de grandes ligas del béisbol de Estados Unidos”, comentó Omar Malpica, ex pelotero venezolano. La Romana es otra ciudad en esa ruta que se ha convertido en un reconocido destino turístico por sus bellas playas y la red de hoteles y restaurantes. La segunda exploración fue desde Santo Domingo por la vía de La Vega con parada en Santiago de los Caballeros. “Mientras ustedes se toman la cerveza yo les preparo un sancocho” me dijo la señora en el patio de su casa. La espera estuvo acompañada de “perico ripiao” un ritmo folclórico tradicional de la región. Al caer la tarde estábamos en una cabaña de Sosúa, un balneario de Puerto Plata con una vista marina maravillosa. Puerto Plata fue epicentro, pero hoy a lo largo de sus vecindades se han desarrollado en 80 kilómetros de litoral, paraísos como Cabarete y Cofresí, que encantan por su vida junto al mar con adecuada infraestructura para deportes acuáticos. Para transportarse a los albores coloniales basta con caminar por la zona antigua de Santo Domingo. Allí encontramos la primera catedral, la primera calle, la primera universidad, el primer castillo español en América, la Fortaleza Ozama y el Alcazar de Colón, quien llegó a esta isla en 1492.• enviar por email Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/02/25/1413428/republica-dominicana-es-una-isla.html#storylink=cpy

domingo, 10 de febrero de 2013

Saint Kitts y Nevis, paraíso escondido del Caribe

ENRIQUE CÓRDOBA.-ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Una de las mejores maneras para desconectarse de la rutina diaria es irse a Saint Kitts y Nevis, un archipíelago de mar azúl, playas blancas y montañas exuberantes, escondido entre Puerto Rico y Trinidad Tobago. Son 168 kilómetros cuadrados de extensión y un poco más de 53,000 habitantes. La mayoría de la población desciende de esclavos africanos que fueron traídos para las faenas agrícolas y el trabajo de la construcción. Sin embargo, por las bellezas naturales, el comercio y el ambiente romántico de la isla, una notable minoría de europeos y americanos se han radicado en este lugar. Al caer la tarde es tradicional encontrar a la gente congregandose en un bar, para degustar un buen ron, escuchar calypso, reggae y otros ritmos de tambores. Saint Kitts está ubicado a dos mil kilómetros de Miami y se puede llegar en avión o en una de las escalas de las líneas de cruceros. Su vegetación es abundante, tiene una cadena de serranías, aves maravillosas, volcanes y monos traídos por los piratas que merodeaban el Caribe y asaltaban los navíos que transportaban a Europa tesoros saqueados en la América. Un recorrido en jeep por la isla me permitió visitar pueblos de pescadores, ver cultivos de caña de azúcar, entrar a terrenos agrestes para pasear, conocer el proceso de fabricación y embotellado en las fábricas de cerveza y entrar a la Plantación Wingfield. Esta es una hacienda de mucha historia donde funciona en la actualidad el batik Caribelle. Mi gran proeza fue jugar en el Royal St. Kitts Golf Club, uno de los más espectaculares campos de golf del Caribe, al lado de su diseñador, Thomas McBroom, el famoso arquitecto de Toronto. Son 125 hectáreas de riego de césped y permite a los golfistas jugar dos hoyos completos sobre el Mar Caribe y tres hoyos completos sobre el Océano Atlántico. Royal St. Kitts cuenta con obstáculos de agua en 10 hoyos, bunkers 80 y una multitud de palmeras de coco a lo largo del Océano Atlántico. Los británicos convirtieron a San Kitts en su primera colonia en el siglo XVII y para defenderla del asedio de los franceses construyeron una fortaleza, con cañones, que les tomó 100 años, 1690-1790, con el trabajo de los esclavos. El fuerte declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se conoce como Brimstone Hill y se levanta sobre una colina de hermosas vistas, a la que se asciende por una carretera de curvas y donde se conduce por la derecha. Otro de los sitios de interés en la isla es la Tumba de Sir Thomas Warner, el primer gobernador británico de las Indias Occidentales y el primero en visitar St. Kitts en 1623. Una sugerencia a la hora de comer son los mariscos, el pescado y el guiso de cabra de agua, a base de pan, papaya verde y arroz relleno. En Saint Kitts, como en toda la cuenca del Caribe, la gente es sencilla, hospitalaria y alegre.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/02/09/1402308/saint-kitts-y-nevis-paraiso-escondido.html#storylink=cpy

domingo, 27 de enero de 2013

Nicaragua, tierra de ecoturismo, lagos y volcanes

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- En Nicaragua es posible salir de turismo desde su capital y a las dos horas estar navegando por el Lago Managua y luego escalando el volcán Momotombo. La silueta cónica del enorme volcán es lo que primero sobresale en el paisaje de frondosa naturaleza verde, cuando se viaja por la carretera hacia León. El volcán borró del mapa en el 1,609 a la antigua capital que hoy es León Viejo. Quedan ruinas de templos, tumbas y casonas para la historia. “El oro de Nicaragua y de los países vecinos era intercambiado en esta capital y ricos comerciantes vivían aquí”, dice Ofelia Marulanda, nacida en Managua residente en Orlando. La nueva ciudad fue levantada a 30 kilómetros, “pero el Momotombo continua siendo una amenaza para los aledaños”. Se requieren buenas condiciones físicas, para subir y bajar al volcán, en una jornada de 8 a 10 horas. “Algunos montañistas prefieren instalar sus carpas, dormir en la cima y reiniciar la excursión desde temprano en la mañana; sin embargo nosotros bajamos el mismo día”, comentó María Esperanza Somarriba, viajera incansable, quien entuvo al frente de una excursion. “La aventura vale la pena porque la vista es magnífica, se ve el cráter, la ciudad de León, otros volcanes y el Océano Pacífico, si el día es de sol y está despejado”, aseguró. Según datos de la promotora turística Vianica.com “la actividad volcánica apenas comenzó a ser monitoreada en abril del año 2000. Debido a las altas temperaturas de algunas partes del volcán, se ha puesto una planta geotérmica en su base, la cual produce energía del calor volcánico”. A mitad de camino, en Nagarote, hicimos una pausa y entramos a una fonda. “Lo mejor de este lugar es el gallo pinto (arroz con frijoles), los quesillos, el vigorón ( chicharrón con yuca) y el tiste, una chicha a base de maíz”, aconsejó el chofer Pablo Marego, que vive entre el taxi y el ajedrez. El recorrido llegó hasta la casa de Rubén Dario, en León, donde se conserva la cama donde murió el poeta, sus pertenencias y documentos. Al día siguiente y después de frutas frescas (papaya, granadilla, piña, níspero, patilla, etc.) en el desayuno, viajamos a Granada, ubicada a 40 kilómetros de Managua y a 90 de la frontera con Costa Rica. En Granada, una de las opciones es, ir a tres kilómetros a Puerto Asese. Joaquín Jarquín dueño de la lancha “La Tiburona” nos hizo un recorrido de tres horas por el Lago Nicaragua, tambien llamado Lago Cocibolca, por $100. Visitamos algunas de las 360 isletas paradisíacas donde se convive en paz en medio de la arboleda, con el volcán Mombacho al fondo del panorama. Nicaragua posee una docena de volcanes, costas en el Atlántico y el Pacífico, valles y montañas donde se produce buen café. Los amantes de las bellezas naturales y el ecoturismo sueñan con quedarse en este paraiso de Centroamerica.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/01/26/1390688/nicaragua-tierra-de-ecoturismo.html#storylink=cpy

miércoles, 16 de enero de 2013

Buenos Aires entre caminatas, librerías y La Boca

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Cualquier pretexto es bueno para ir de turismo a Buenos Aires: acudir a un teatro, elegir uno de los tres mil restaurantes para comer, ir a un bar de tangos, recorrer el Mercado del Abasto, donde se crió Carlos Gardel o vivir la experiencia única de concurrir a un partido de fútbol del Club Boca Juniors vs. River, en el corazón del barrio al que llegaron los inmigrantes italianos. Esta ciudad, especie de fusión arquitectónica entre Madrid y Barcelona, tiene avenidas anchísimas como la 9 de Julio, quioscos de periódicos y revistas en cada esquina y recuerdos de la Argentina opulenta, como el Club Naval cuyos salones son correspondientes a los del Palacio de Versalles de Paris. El viernes compartimos cena, vinos, caminata por el Hipódromo del barrio Palermo, donde ahora reside Hernán Gamboa, el gran maestro del cuatro venezolano. La capital argentina es ciudad de librerias grandes, de oferta y de libros viejos. “La avenida Corrientes entre Callao y 9 de Julio tiene la mayor concentración: son diez cuadras y hay cuatro librerías por cada cuadra”, me indicó mi amigo, el escritor Alejandro Tarruelas. El domingo en La Boca disfruté de un auténtico carnaval cultural. Pinturas exhibidas en la vía y otras en los inquilinatos. Estas son reliquias de las etapas vivídas por la gran inmigración italiana que se inició en 1880. “Cada pieza albergó a una familia que llegó a América huyéndo del hambre y la miseria”, me dijo el taxista con voz ronca, sin soltar el cigarrillo. “Mis abuelos calabreses trajeron todo lo que cabía en sus baúles de cuero y herrajes. Trajes, ollas, libros, herramientas y palas con las que cultivaron trigo y maíz”. Los conventillos han ido desapareciendo bajo el progreso pero quedán las casas de chapas pintadas originalmente con la pintura que dejaban los barcos en el Riachuelo, evoca Tarruelas. En la calle una pareja elegante baila tangos que interpretan unos músicos y los turistas aplauden. En la pared un aviso: “En este lugar en 1928 funcionaba la despensa de Juan de Dios Filiberto”. Caminito es un callejón que adquirió valor histórico porque inspiró la música del famoso tango Caminito compuesta por Juan de Dios Filiberto, en 1926. La inmigración amplió el vocabulario con palabras como “manyar” por mangiare, “yirar” por girare, dar vueltas, “fiaca”, por fiacca, desgano, “laburar” por lavorare, “ragú”, hambre. Algún día de 1950 el pintor boquense Benito Quinquela Martín y sus vecinos decidieron recuperar la calle y darle un toque alegre. La húngara Maria Radó y Pedro Konstandt, nacido en Alemania, son una pareja de escritores que se conocieron en Argentina y allí se casaron hace medio siglo. En su casa del barrio La Lucila brindamos con un Malbec, por el reencuentro y por el golpe de fé del inmigrante en este gran país.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/01/12/1381184/buenos-aires-entre-caminatas-librerias.html#storylink=cpy

miércoles, 2 de enero de 2013

Guajira, una península mágica

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- El área de la Guajira, para colombianos y venezolanos, es el territorio fronterizo entre los dos países, bañado por el mar Caribe y habitado por la etnia wayúu. Llegar a península de la Guajira es quedar capturado por las bellezas exóticas del paisaje primitivo, el colorido de los atardeceres y las interminables playas de arena suave y blanca. Pasajes del Macondo de Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez, que describen a Aracataca, localizado a pocas horas de estas tierras, detrás de la Sierra Nevada de Santa Marta, forman parte de la cotidianeidad de los indígenas. “Ven, vamos a un velorio, y después vas al Cabo de la Vela”, me dijo al caer la tarde Marcelino “El Negro” Gómez, exalcalde de Uribia, el municipio en donde reside la mayor cantidad de indios wayúu. Salimos de Uribia con un grupo de amigos en camionetas de doble tracción y atravesamos caminos rústicos sobre la arena del desierto. Llegamos casi a la medianoche a una ranchería, como se le llama al conjunto de ranchos de palma, donde vive una familia indígena. En una de las casas, unos hombres reunidos a media luz, tomaban whisky y comían friche, comida típica de la región a base de vísceras de chivo. A un lado, las mujeres cocinaban y los niños jugaban. Y bajo otra enramada unas personas se congregaban en silencio alrededor del ataúd. “En estos días vienen los amigos, pero después la familia queda sola y acompaña al muerto hasta que es enterrado a las tres semanas en una ceremonia íntima”, me explicó el exalcalde Gómez. Dejamos el velorio y nos trasladamos a otra ranchería a una hora de viaje, en donde dormimos en chinchorros colgados en una gran sala sin paredes. El firmamento de gran luminosidad causaba admiración por el infinito número de estrellas. A la mañana siguiente, de desayuno, nos dieron café negro, carimañolas y arepas de huevo. Los indígenas wayúu se movilizan en bicicleta, motos y jeeps, por caminos donde los foráneos se confunden y se pierden con facilidad. Hay rutas de ómnibus que cubren la ruta desde Riohacha hasta Puerto Estrella y Nazareth, en la única montaña de la región conocida como la Sierra Natural de la Macuira, donde la temperatura es agradable y la fauna y flora corresponde a alturas de 800 metros sobre el nivel del mar. Es la formación montañosa más septentrional de América del Sur. La vegetación es de tunas y monte, y en el camino hay rebaños de chivos y ganado con temperaturas altas y escasez de agua. En la Guajira no hay hoteles cinco estrellas, pero en el Cabo de la Vela, por ejemplo, pocos cambiarían dormir en sencillas cabañas con techo de paja, brisa y atmósfera apacible con la cama a pocos metros del mar.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/01/01/1374972/guajira-una-peninsula-magica.html#storylink=cpy