lunes, 23 de agosto de 2010

ENRIQUE CORDOBA: Con estos políticos estamos perdidos

ENRIQUE CORDOBA: Con estos políticos estamos perdidos
BY ENRIQUE CORDOBA

Vengo de Tallahassee insultado del papel que cumplen nuestros representantes y senadores del condado Miami-Dade ante la legislatura de la Florida.
Viajé a Tallahassee, Sarasota y San Agustín invitado por el programa España-Florida 500 años, una fundación que promueve la difusión de los sucesos relacionados con la llegada a estas tierras de los exploradores españoles.
El desconocimiento del protagonismo de los españoles en la historia de Estados Unidos cae en la llamada leyenda negra, que descalificó todo lo español. Esa poca importancia que los autores estadounidenses han dado a los acontecimientos marcados por España, es latente en la pobre ilustración que sobre el tema demuestra el grueso del pueblo norteamericano.
Pues bien, otro día ahondamos en esta epopeya que es fascinante. A lo que voy es a expresarles mi decepción respecto a la misión que realizan la delegación de Miami-Dade en Tallahassee.
Escuchamos las historias y los cuentos que estos políticos divulgan por los medios de comunicación. Algunos se nos presentan como héroes y sostienen que se sacrifican por sus distritos y velan por los electores. Falso. No tenemos voceros que cuiden nuestros intereses.
Hay algo grave y frustrante. En vez de sacar provecho de las circunstancias demográficas, turísticas y mercantiles, despilfarramos esas condiciones.
La Florida es el destino turístico más importante del mundo. Recibe 77 millones de visitantes al año. Superior al número que reciben: Francia, Italia o España. Hace diez años la población era de 15 millones, hoy es de 18 millones, con un crecimiento del 16%, y la mayor parte se ha establecido en esta zona.
Miami Dade es el condado más poblado con 2.5 millones de habitantes (el que le sigue es Palm Beach con 1.3 millones de habitantes) y hace las mayores contribuciones tributarias al gobierno estatal por concepto de impuestos. Sin embargo, recibe menos en proporción a su aporte, a su población y a sus necesidades.
Lo invito, amigo lector: viaje y dé un vistazo a la Florida Central y Norte. Concluirá que tienen mejores autopistas, mayores presupuestos y buenos hospitales. Cantidades superiores para sus programas de educación. Policías, maestros y empleados mejor pagados. Universidades, escuelas y colegios mejor dotados y con fuertes sumas para laboratorios, programas académicos, intercambios, gestiones culturales. Esto y mucho más y pagan menos impuestos. Es una realidad que los pobladores del centro y norte de la Florida tributan menos y gozan de mejor calidad de vida.
Me causó sorpresa que durante la semana de viajes por autopistas a lo ancho y largo de los condados del norte del estado, pagué un solo peaje de carretera.
Contrasta este hecho con la cantidad de peajes que se han inventado dentro del condado Miami-Dade. A una persona que vive en Kendall y trabaja en el downtown le obligan a pagar dos y hasta cuatro peajes diarios para cumplir su recorrido.
¿Cuál es la razón? ¿Por qué nos quedamos sin representación que proteja y defienda nuestros intereses en Tallahassee? No se salvan ni demócratas ni republicanos.
Respuesta: Los políticos de Miami-Dade llegan a Tallahassee con hambre de poder y para adquirirlo comprometen sus votos. Aceptan posiciones a cambio del voto y terminan aliados con quienes dominan los grandes intereses en la capital del estado. Un representante hace alianza con un grupo que le promete ayuda financiera para mantenerse los ocho años y traiciona sus promesas para asegurar ese escaño en el cuerpo legislativo.
sta es la razón para que se impongan las propuestas de los cabilderos que golpean nuestros bolsillos. Es decir, sacan ventaja los lobbistas. Ganan los intereses que ellos representan y perjudican nuestra economía doméstica.
``Existe una maquinaria política que manipula los votos ausentes'', sostiene el representante Julio Robaina, aspirante al Senado por el Distrito 117.
¿Qué puede hacer el ciudadano de a pie? Salir a votar, responde. Hay que buscar el poder del voto.
Las elecciones primarias son el martes 24 de agosto.
Los representantes y senadores estatales de los condados de Miami-Dade, Broward, Palm Beach y Monroe (donde residen 6 millones de habitantes, la tercera parte de la población de la Florida y la principal área económica), pueden romper el actual estado de alianzas si crean un bloque sólido que defienda sus intereses.
Esta debe ser una exigencia de los electores.
Emplazamos al liderazgo político para que exprese sus opiniones. La ciudadanía debe abandonar la apatía y salir a votar. No votar es permitir que otros decidan por nosotros.

Desiertos exóticos y atardeceres en la Guajira

Desiertos exóticos y atardeceres en la Guajira
BY ENRIQUE CORDOBA

ESPECIAL/EL NUEVO HERALD

Un viaje por la costa norte colombiana es una de las aventuras que nunca se olvidan. El recorrido debe realizarse por carretera y puede ser de tres días o una semana, si no se dispone de más tiempo.
La experiencia cultural abarca playas, el carnaval de Barranquilla y un encuentro con el Macondo que describe Gabriel García Márquez en Cien años de soledad. También incluye la magia de Cartagena de Indias, el folclor que interpreta Carlos Vives y turismo rural en fincas del departamento de Córdoba, a la orilla del río Sinú, donde se puede ir de vaquerías.
Los pobladores de la costa atlántica de Colombia son gente sencilla, sana y alegre. Conservan sus costumbres ligadas al desarrollo de la imaginación, la tradición oral y la vida junto al mar.
Etnica y culturalmente, sus manifestaciones artísticas, religiosas, lingüísticas, musicales, intelectuales y gastronómicas son producto del mestizaje del indígena, el español, el negro africano y el árabe que emigró de Líbano y Siria, en el siglo XX.
La Guajira es uno de esos sitios para visitar. Es un departamento --el más septentrional de Colombia y de Sudamérica-- limítrofe con el Golfo de Venezuela.
Entre sus bellezas exóticas tiene desiertos, cielos de noches con estrellas, la fiesta de la sal, indígenas bilingües, atardeceres románticos, una mezquita y festivales de compositores.
Su población es de 700,000 habitantes y se extiende sobre una península desértica de 20,848 kilómetros cuadrados, equivalente al tamaño de El Salvador o Eslovenia.
El lugar alberga la mina de carbón a campo abierto más grande del mundo y posee una esquina geográfica: el Cabo de la Vela, considerado uno de los sitios más hermosos de Colombia. Los turistas viajan hasta allí y se alojan en cabañas con techo de palma. La comida es a base de langosta, pargo y mariscos. El mar es de un azul intenso y las playas son aún vírgenes, por donde se puede caminar horas y horas. La puesta del sol es de ensueño, por los colores y contrastes de la naturaleza. Desde Riohacha, la capital, se puede viajar en transporte particular o en ómnibus.
Puerto Estrella debe su nombre a las maravillosas noches con miles de estrellas en el cielo. En las rancherías viven las tribus de los wayúu, que representan el 40 por ciento de la población de la Guajira. Hablan castellano además de su lengua propia, el wayuunaiki. Tejen hamacas, sombreros, mochilas y gorros y comparten su vida diaria con el visitante. La Serranía de la Macuira, en la alta Guajira, son montañas de gran belleza y rica biodiversidad, rodeadas por un
desierto de vistas
espectaculares.
Para llegar a este sitio hay que viajar siete horas, en un vehículo de doble tracción, y se aconseja ir con un guía de la zona que conozca el desierto para no perderse.
Se sale de Riohacha, rumbo a Maicao y se sigue hasta Nazareth, por caminos de trochas. Maicao es uno de los principales centros de intercambio comercial de Sudamérica, por la alta inmigración sirio libanesa de la ciudad. En Maicao se levantó la mezquita más grande de Colombia, circulan periódicos en árabe en la calle y se escuchan emisoras del Medio Oriente, en las tiendas.
Manaure es un municipio a 63 kilómetros de Riohacha, famoso por la explotación de sal marina. La cocina de los guajiros se identifica con la tortuga frita, chivo asado y arroz con tortuga. Son fiesteros, consumidores de whisky y amantes de la música vallenata, que se interpreta con acordeón. •