martes, 25 de noviembre de 2008

Belice ofrece paz y belleza tropical

Nuestra América
Belice ofrece paz y belleza tropical
ENRIQUE CORDOBA
Especial/El Nuevo Herald
Belice es el país menos poblado y una de las naciones más pequeñas de América Central.
Se ha convertido en uno de los favoritos de los turistas a la hora de buscar maravillas mayas, magníficas playas, los arrecifes de coral más amplios del Caribe y seguridad en los ríos y en la selva tropical.
Por su extensión territorial de 22,960 kilómetros cuadrados se equipara a la superficie de Israel y El Salvador. Tiene una población de 400,000 habitantes y está ubicado a manera de cuña al sur de México, entre la península de Yucatán y Guatemala. Sus 300 kilómetros de costas sobre el Mar Caribe son un gran estímulo para disfrutar del mar verdiazul, el buceo y saborear exquisitos pescados y mariscos.
La capital es Belmopan, pero la ciudad más poblada es Belice City, donde se encuentra el aeropuerto internacional. Con sólo descender del avión, el viajero descubre que ha llegado a un país virgen de comienzos del siglo XX; rico en tranquilidad, pacífico, rodeado de bosques e influenciado por la cultura británica.
Los españoles fueron los primeros en poner pie en Belice en 1638 y, según los historiadores, después llegaron leñadores ingleses que se enfrentaron a los mayas que habitaban estas tierras, pertenecientes al reino de Guatemala. Los piratas ingleses que se establecieron en Belice introdujeron esclavos africanos en la región y desde las costas beliceñas asaltaban los barcos españoles. Centroamérica obtuvo su independencia de España en 1821, pero Belice siguió siendo área de dominio británico hasta su independencia en 1981.
Belice pertenece a la Commonwalth, se gobierna con una democracia parlamentaria y su moneda es el dólar.
''¿Qué idiomas hablas?'', le pregunté a Víctor Chi, soldado de primera clase y jefe del puesto de control de El Caracol. ''Inglés, español y un poco de maya'', respondió. ''¿Cómo aprendiste maya?'', volví a preguntarle, y dijo: ''Mis padres son mayeros''. En maya, ¿cómo estás? se dice: ``Bicha bel''.
Caracol, que quiere decir ''ciudad del gran poder'', es el principal atractivo cultural de Belice. Data de la época del imperio maya, sin embargo no fue sino hasta 1938 que un explorador dio con este sitio arqueológico.
Caracol era la metrópoli mayor de los estados mayas de la región de Belice y Guatemala oriental. Allí vivieron 150,000 habitantes y hoy es un complejo de ruinas con templos, pirámides, sarcófagos y esculturas. Su nombre entonces era Oxhuitza.
Otros centros arqueológicos de interés son: Altun Ha, Cerros, Cahal Pech, Lamanai, Lubaantun, Nim Li Punit, Santa Rita y Xunantunich.
Expertos del área sostienen que ``el valor de Caracol no reside solamente en su belleza, sino en su incomparable huella en la historia con rasgos poderosos que se manifestaran sobre Tikal y Naranjo''.
``Sin duda Caracol tuvo un papel importante en la historia de las ciudades mayas y centros ceremoniales del Petén, en Guatemala, cambiando el balance de poder imperante''.
El país se puede recorrer sin temores por aceptables carreteras --algunas sin pavimentar. Para atravesar su geografía se sale de Corozal, al norte en el límite con México hasta Punta Gorda, en el sur, frontera con Guatemala, en una travesía de siete horas. Los frijoles con arroz son el plato nacional y en la costa abunda el pescado.
Existen muchos holetes y cabañas campestres construidos a la orilla de los ríos con excelentes facilidades para hacer senderismo, trekking, rafting y paseos de a caballo. Kàana Boutique Resort & Spa ofrece amenidades y el restaurante La Ceiba, con platos de la culinaria regional, a cargo del chef Manolo
Castillo.
La Mountain Pine Ridge es una reserva forestal de cascadas rica en aves exóticas.
Belice es un destino turístico acogedor y tan seguro que sólo existe una pequeña cárcel en desuso en todo el país.•