domingo, 24 de marzo de 2013

La vuelta al Brasil en dos semanas

ENRIQUE CÓRDOBA ESPECIAL/EL NUEVO HERALD Este viaje por Brasil empezó por Sao Paulo, siguió a Bahía de San Salvador, continuó por Brasilia, luego Foz de Iguazú y terminó en Río de Janeiro. Me habían dicho que Sao Paulo era muy grande por lo que cronometré el tiempo de sobrevuelo y confirmé, reloj en mano, que el avión requirió de media hora para atravesar la gigantesca la ciudad, sobrevolando barrios, vías y edificios. La caminé y entendí aquello de que Sao Paulo tiene más restaurantes que Nueva York y que es una ciudad despierta las 24 horas del día. “Puedes salir a las tres de la mañana para cocerle el dobladillo a un pantalón y encuentras varias modisterías abiertas que te resuelven el problema”, me dijo Leonor Amarante, periodista y curadora de la Bienal de la ciudad. “No solo somos la capital de los negocios de América Latina, somos la Meca del entretenimiento”, aseguró. Los paulistas se ufanan de vivir en una metrópoli donde ocurre “un evento cada 12 minutos”. Con 21 millones de habitantes, cuenta con 280 salas de cine, 115 teatros, 70 museos, 40 centros culturales y posee más de 50 tipos de cocinas internacionales. Llegar a Bahía, la primera capital colonial de Brasil es sumergirse en la “Capital de la Alegría” levantada entre mar, samba y las novelas de Jorge Amado. Lugar entretenido y fácil para el turista que puede aceptar el consejo de ir a la playa de Pituba en la mañana, hacer un recorrido por el casco histórico de Pelouriño y cenar carnes o fondue de rissoto en uno de los restaurantes de la Rua Julio David o Plaza de Colombo. Bahía es conocida como la “Roma Negra” por la elevada población de origen africano, lo cual se refleja en la música, la gastronomía, las artes y organizaciones como el Grupo Olodum y el Centro Yoruba Candomblé. Los edificios coloniales de gran colorido, las calles empedradas y las iglesias antiguas son un marco pintoresco que atrae de esta ciudad de tres millones de habitantes, extendida a la orilla del mar. La visita a Brasilia, la ciudad futurista de amplias avenidas y enormes edificios públicos planificada por Lucio Costa y Oscar Niemeyer en 1956, es un encuentro con el Brasil de la modernidad y el orden. Es una megalópolis en la que uno se encuentra con gentes y restaurantes de todos los continentes. De Brasilia viajé al extremo oeste del estado de Paraná, en la frontera con Argentina y Paraguay. El avión aterrizó en Foz de Iguazú, vecino a Ciudad del Este, en Paraguay y Puerto Iguazú en Argentina. Allí están las Cataratas del río Iguazú y la ciudad es considerada un enclave multicultural donde conviven italianos, alemanes, libaneses, chinos, japoneses y los habitantes de los países vecinos. El viaje organizado por www.costamar.com concluyó en Río de Janeiro, una ciudad tan maravillosa, versátil y de contrastes sociales que no cabe en una postal y merece crónica aparte.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/03/23/1436355/la-vuelta-al-brasil-en-dos-semanas.html#storylink=cpy

Historia, cultural y tradiciones en la Vía de la Plata

ENRIQUE CÓRDOBA ESPECIAL/EL NUEVO HERALD La Vía de la Plata fue una calzada romana construida sobre un corredor natural de la Península Ibérica entre Mérida y Astorga, por donde transitaban tropas, comerciantes y viajeros hace dos mil años. En la actualidad, el recorrido se ha extendido hasta unir las ciudades de Sevilla y Gijón. Con el paso del tiempo, árabes y cristianos también utilizaron esos caminos, incluyendo sus templos, acueductos, termas, teatros y puentes. Estos, a su vez, la enriquecieron con castillos, monasterios, fortalezas y palacios medievales. El origen del nombre no se refiere al mineral sino a la palabra árabe al-Balat, que quiere decir “camino empedrado”. Hoy, la Vía de la Plata es una propuesta turística con un formidable legado histórico, arte y catedrales. Además, ofrece hermosos paisajes campestres, ríos y montañas, viñedos, dehesas, gastronomía y villas arqueológicas. Tres horas tardó el autobús para recorrer los 253 kms. que separan a Madrid de Zamora, donde comenzamos esta experiencia en octubre pasado con un grupo de periodistas latinoamericanos. Acostumbrados a vivir en países relativamente jóvenes, todo lo que vimos, fotografiamos y nos contaron fue fantástico. Le encontramos sentido, por ejemplo, a la leyenda del Cid Campeador, la tarde que estuvimos frente a la que fue residencia de Rodrigo Díaz de Vivar, única construcción civil del siglo XI en Zamora, ubicada frente a la cabecera de la Catedral. Los fogones de los restaurantes de nuestro itinerario estuvieron encendidos con materia prima de primera calidad y cocina artesanal. Comer mal en España es difícil, entre los platos que nos trajeron a la mesa hubo caldereta de cordero, cocido gordonés, bacalao al ajo arriero, fabada, pescados a la sidra, cecina y morcilla leonesa. No faltaron el jamón ibérico, los huevos revueltos, quesos de oveja y de cabra, las yemas, el roscón, arroz con leche y los dulces con toques de recetas árabes y hebreas. Con los excelentes vinos reconocidos internacionalmente y la sidra asturiana escanciada con arte, se juntaron motivos para admirar los privilegios de la región. En cada lugar nos recibió gente acogedora, empezando por Zamora, León, Benavente, La Bañeza, La Pola de Gordón, Morcín, Lena, Aller, Bueño, Gijón y Mieres, este último un poblado que aún conserva esa atmósfera histórica de pequeño centro industrial. Zamora, ciudad de 66,000 habitantes a orillas del río Duero, nos recibió con cielo despejado y la brisa del otoño tardío. Se trata de la capital de la provincia del mismo nombre, en la comunidad de Castilla-León, muy cerca de la frontera con Portugal. A dos calles del Parador de Zamora, palacio renacentista del siglo XVI donde nos alojamos, están el casco antiguo y, a un lado, el ayuntamiento. El Parador pertenece al conjunto de castillos, monasterios y palacios españoles convertidos en hoteles de cuatro y cinco estrellas. Los enormes tapices en las paredes, la decoración renacentista, los escudos heráldicos, los pisos de madera y las armaduras en la puerta recrean aires de la Edad Media. Los zamoranos, al igual que Estrella Torrecilla, directora de Turismo, se expresan orgullosos de su ciudad: “En Zamora hay 23 iglesias románicas, muy juntas y unidas. No hay otra ciudad con mayor número de iglesias románicas”.“Este fue el terror de los romanos”, dijo la guía frente a la estatua de Viriato, pastor de ovejas, caudillo de la tribu lusitana y héroe zamorano que luchó contra la invasión romana. La antigua Lusitania abarcaba parte de Zamora y Salamanca e incluso Extremadura, ya que Mérida (que está en la provincia de Badajoz) fue la capital de la antigua Lusitania. Según las crónicas, cada vez que Viriato ganaba una batalla a Roma, arrancaba una tira a una capa de color rojizo, que llevaba a la espalda y la ataba a la punta de su lanza. Las ocho tiras rojas que tenía atadas en su lanza forman hoy la bandera de Zamora, junto a una franja verde que corresponde a la Batalla de Toro por el trono de Castilla el 1ro. de marzo de 1476, que ganan los Reyes Católicos a su sobrina Juana la Beltraneja, casada con el rey Alfonso V de Portugal, en Peleagonzalo, a 32 kms. de Zamora. Viriato murió asesinado por sus propios hombres, tres generales comprados por el ejército romano. Cuando fueron a reclamar el dinero los recibieron con la famosa frase: “Roma no paga a traidores” y se quedaron sin el jefe y sin el dinero. Las vitrinas de las tiendas y bares de tapas zamoranas son un muestrario de la riqueza de los campos. “Esta provincia tiene la mayor cantidad de ganado lanar de toda Europa, y de hecho aquí tenemos una empresa que exporta a comunidades judías y musulmanas por la forma como se trata al cordero”, declaró Pablo López Quevedo, concejal de Desarrollo Económico y Turismo de Zamora. “Nuestro vino es excelente, las bodegas de Rioja y Ribera del Duero tienen barricas aquí”, agregó. “Inclusive hay algunas de Burdeos, como la del actor francés Gerard Depardieu, que tienen una bodega en Zamora”. “Tenemos la cabaña ganadera más grande de España”, asevera el comerciante Rogelio Lorenzo. “No hay percebes ni langostinos, pero si leche de oveja, las mejores carnes del mundo, denominación de origen del chorizo zamorano, de queso de Zamora, tierra del pan y del vino. Aquí decimos que las uvas con queso saben a beso”. La Semana Santa zamorana es una de las celebraciones más afamadas de la península. “Las ferias y fiestas de Zamora son la Semana Santa”, asegura Lorenzo. “Nuestra vida aquí es muy tranquila”. Al llegar a León –después de pasar por Benavente y La Bañeza, en donde lo inolvidable fue comer ancas de rana y alubias en una bodega subterránea de 200 años–, nos admiramos ante un conjunto de monumentos artísticos. La Catedral –joya del gótico con vitrales únicos–, San Marcos, San Isidro, parques, plazas, fuentes y una calle muy transitada, la entrada del Camino de Santiago, flanqueada por restaurantes, mesones y gentes disfrutando de la hospitalidad de los leonenses. León es una ciudad muy antigua de 150,000 habitantes, fundada en la época romana. Uno de sus principales atractivos es el Barrio Húmedo, en el casco histórico. “A través de los edificios se ve cómo ha cambiado su historia, la forma de pensar y de construir”, explicó la guía Lourdes Ruiz Fernández. La muralla romana que bordea la ciudad es un adorno monumental. “Los romanos estuvieron en León 500 años y lo más importante que nos dejaron fue el nombre de la ciudad que viene de la palabra legión”, dijo Ruiz Fernández. Gijón, en el final del viaje, es una preciosa perla en la costa cantábrica con atractivos que cautivan a cualquier turista. Linda ciudad asturiana con playas, un largo malecón, parques rodeados de modernos edificios y gastronomía a base de los más exquisitos pescados y mariscos. Cimavilla es un barrio alto, familiar, con sabor marinero y huellas de su pasado romano: termas, murallas, iglesias y murallas. Ofrece un mirador, bellos paisajes de mar, callecitas que hablan de su rico pasado y un amplio programa cultural. La Vía de la Plata es una de las mejores experiencias para viajar a España y repasar la historia en pueblos y ciudades, con gente hospitalaria, buena cocina y vinos de primera calidad.• Historia Completa« Página anterior |1 | 2 Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/03/23/1436343_p2/historia-cultura-y-tradiciones.html#storylink=cpy Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/03/23/1436343/historia-cultura-y-tradiciones.html#storylink=cpy

miércoles, 13 de marzo de 2013

Uruguay, un país con calidad de vida

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Después de saborear una parrilla gourmet en el restaurante Francis, de Punta Carretas, los ravioles en García, zona de Carrasco y un buen asado en el Mercado del Puerto, de Montevideo, me convencí que se justifican las ocho horas de vuelo entre Miami y el aeropuerto de la capital uruguaya. Diversos estudios catalogan a Montevideo como la ciudad con la mayor calidad de vida de Latinoamérica. Una de las caminatas hacia la Ciudad Vieja se inicia en la Puerta de la Ciudadela que hasta 1929 protegía a la ciudad de las posibles invasiones. Otros sitios para visitar en esa zona son: el teatro Solís, la Presidencia de la República, el museo Torres García, el cabildo municipal y las cafeterías o boliches donde la gente se congrega para hacer tertulias sobre política o el fútbol, temas que apasionan por igual a hombres y mujeres. En caso de que el hambre asedie existen muchas opciones, como el restaurante Facal en la esquina de la Avenida 18 de Julio y Paseo Yi, especializado en comidas rápidas, como sándwiches, chivitos, picadas, pizzas y churros con chocolate. Su dueño, Federico Celsi es un ameno conversador de la cotidianidad uruguaya, de la prosperidad del país y de su equipo de fútbol: Peñarol. En la acera está la Fuente de los Candados. “Esto se me ocurrió al ver algo parecido en un viaje a Puerto Vallarta”, dijo Celsi. “Si dos amantes dejan un candado con las iniciales, volverán juntos a Montevideo y estarán unidos para siempre”. Ahora la fuente tiene agua y el publico acude a visitarla y a tomarse fotos. Los uruguayos también se precian de realizar el carnaval más largo del mundo, puesto que comienza en enero y termina en marzo. Los ensayos, tablados y desfiles son parte de una primera parte y luego siguen 40 días consecutivos del concurso. “Todo el país vive al tronar de los tambores o al canto de las murgas y por ese motivo nació el museo del Carnaval en los galpones de la rambla 25 de agosto, frente al puerto de Montevideo”, manifestó Eduardo Rabelino, director del museo. “Este evento unifica las diferentes etnias y culturas del Uruguay”, dijo. Una de las increíbles experiencias se vive en la ciudad de Piriápolis a 98 kilómetros de la capital. “Fue creada en 1890 por el visionario Francisco Piria, para el turismo”, me explicó la guía Cisel Cardoso. Esta villa es un destino para los amantes de la naturaleza: tiene montaña, 20 kilómetros de playa, tranquilidad, buena pesca y el Argentino Hotel, un lugar imponente para descansar con el mayor confort y disfrutar del paisaje y la gastronomía local. A pocos kilómetros de Piriápolis, en el área de Punta Ballena, encontramos “Casa Pueblo”, un sueño del pintor Carlos Paez Vilaró, hecho realidad. Los turistas acuden allí para ver la obra del artista y contemplar atardeceres románticos con música y la voz de Paez Vilaró. El siguiente destino para quedarse es Punta del Este, que hace las veces de Miami para argentinos, uruguayos y brasileros. No lo piense más, visítelo, Uruguay es un país donde se pasa bien porque goza de paz, hay buena gastronomía y su gente es hospitalaria y educada.• enviar por email Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/03/09/1424971/uruguay-un-pais-con-calidad-de.html#storylink=cpy