miércoles, 20 de junio de 2012

Fin de semana en la isla de Curazao

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD;.---- Viajar en el vuelo inaugural de Dutch Antillas Airlines, DAE, entre Miami y Curazao, la isla considerada “inútil” por España y colonizada por los holandeses en 1634, suena llamativo. Caminar por el malecón de los cafés de Willemstad -su capital-, ir al mercado a comer pescado, darle un vistazo a la casa donde vivió Simón Bolívar y verificar, en el museo Kura Kulanda, el comercio de esclavos que se realizó allí en siglos pasados, también resulta tentador. Lo que coronó esta escapada de cuatro días al Caribe fue ir por una carretera bordeada de cáctus y vegetación y descubrir, a 45 minutos de la capital, un pueblo rústico llamado Westpunt, localizado al final de la isla. Allí la hermosura del océano, la belleza de la naturaleza, los colores del mar, la brisa fresca, el clima seco y la armonía sin par hacen que uno se desconecte inmediatamente del mundanal ruido. “Hablo la lengua de Surinam y el papiamento que hablamos todos”, me dijo mientras conducía su camioneta, Charla Nievald, la curazoleña de la oficina de turismo que nos llevó a un grupo de periodistas hasta Westpunt. “Holandés, inglés y español lo aprendemos en la escuela”, agregó. Días antes, la mesera, la señora de la cocina del restaurante del hotel Renaissance, el chófer del bus, la empleada del almacén de perfumes y otras personas de la calle con quienes conversé, respondieron que hablaban esos cuatro idiomas. Algunos también pueden expresarse en alemán y portugués. Willemstad es centro de gobierno, un área comercial y donde vive la mayor parte de los 150,000 habitantes de la isla. Tiene acreditados 15 consulados y se destacan la presencia de holandeses, venezolanos, colombianos y dominicanos en en sector laboral. Los dos barrios, Punda y Otrobanda, están separados por un canal y conectados por el puente Reina Emma, construido en 1888. Sobre la bahía de Santa Ana se levanta en arco el puente Reina Juliana, el más elevado del Caribe, con 55 metros de altura. Las fachadas de las casas son de estilo caribeño holandés pintadas de colores vivos: amarillo, verde, azúl y techos color naranja. Tambien tienen un mercado donde los locales y turistas acuden a comer arroz con frijoles, pollo, chivo y pescado. “Nací en Curazao y no me quiero ir para ninguna parte”, expresó, por su parte Chandal Elionora, el chófer de 45 años que nos llevó de Westpunt al aeropuerto. “Soy de San Miguel, un barrio de pescadores que tiene un fuerte, playa, escuela, bar y un restaurante donde venden cabrito”, dijo. “Este es un lugar paradisíaco, siempre venimos a disfrutar de su clima”, comentó Rafael Velásquez, empresario venezolano residente en Miami. Muchos comercios de la isla están en manos de judíos sefarditas descendientes de inmigrantes que salieron de los Países Bajos y Brasil en el siglo XVII. En Willemstad se conserva la sinagoga Mikve Israel-Emanuel, la más antigua de América. También cuenta con Pehna, un almacen de perfumes que data de 1702. La aerolínea DAE, viaja a Curazao, Aruba, Caracas, Valencia, Santo Domingo y Sant Marteen. El 31 de agosto y 1 de septiembre se celebrará el Curazao North Sea Jazz Festival.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2012/06/17/1231138/fin-de-semana-en-la-isla-de-curazao.html#storylink=cpy

domingo, 17 de junio de 2012

Uruguay, lugares paradisiacos de campo y mar

ENRIQUE CORDOBA ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.--- Mi viaje por Uruguay, un país ubicado a orillas del río de la Plata, comenzó por los pueblos de campo de la costa de Canelones, después del aterrizaje de un vuelo directo de nueve horas de Miami a Montevideo. El país esta enclavado en un territorio que poblaban los charrúas y guenoas. En1527 los españoles fundaron San Lázaro, su primer asentamiento en el río de la Plata, y desde entonces España y Portugal se disputaron esas tierras durante siglos. Surgió como nación en el siglo XIX y es conocida como la “Suiza de América” por su tradición democrática. La hermosa ciudad de Colonia del Sacramento fue el primer asentamiento levantado por los portugueses en 1680 en el rio de la Plata. “De inmediato el gobernador de Buenos Aires recibió la orden del Rey de España de cruzar el río y tomar posesión de la zona”, explicó Aris Mata, una veterana guía de la ciudad. Con sus calles empedradas, murallas, puentes y casas con leyendas, Colonia es un tesoro arquitectónico declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, en 1995. España buscaba oro y plata y, de acuerdo con documentos de la época, estas eran “tierras de ningún provecho” . Según el profesor Jesús Perdomo de Castillos, en el departamento de Rocha “cuando vieron que los portugueses fundaron Colonia abrieron el ojo y fundaron Montevideo en 1726”. “Los portugueses eran geopolíticos, con gran visión de territorio”. “España los corría, ellos volvían, por ello hay unas seis o siete refundaciones de Colonia de Sacramento por parte de los españoles”. Día a día los vinos uruguayos -especialmente la uva tanat- ganan reconocimiento por su calidad. “Toda la producción la exporto a Estados Unidos y Europa”, expresó Pablo Fallabrino dueño del “Viñedo de los Vientos” de Atlántida. Uruguay posee 650 kilómetros de litoral sobre el Océano Atlántico y ofrece lugares paradisíacos como Cabo Polonio, con avistamiento de lobos marinos. Hay doce faros y varias fortalezas del siglo XVII y XVIII construidos con el fin de proteger y vigilar las costas. Cada faro es diferente y a su alrededor se han desarrollado pueblos como La Paloma, La Pedrera, Aguas Dulces, Punta del Diablo y La Coronilla. Son caseríos donde reina la tranquilidad la mayor parte del año y en verano son invadidos por visitantes que se desplazan de Montevideo y países vecinos a festivales de jazz, cocina y concursos náuticos. Las bellezas naturales y el clima de armonía han atraído a miles de personas que han adquirido propiedades para disfrutar del campo y el mar. La estancia Guardia del Monte y la Laguna de Rocha y de Castillos, son sitios maravillosos para vivir experiencias al pie de la naturaleza. Las fincas con ganados, palmerales y cultivos se ven a orilla de camino. “Somos los primeros exportadores de arroz y de carne de América Latina”, dijo Federico Celsi, presidente de Facal y el Conglomerado de Turismo de Montevideo. Piriapolis fue el primer balneario que hubo en Uruguay fundado por Francisco Piria, un loco que lo hizo realidad. Actualmente es una pequeña Costa Azul con pescadores, ramblas y el Argentino Hotel (www.argentinohotel.com) que sigue siendo como dice Fabio Lancaster, su gerente, “uno de los más clásicos de Suramérica”. En palabras de Cisel Cardoso, una guía y poeta local, Piriapolis “es el abrazo de la naturaleza entre los cerros y el mar”. Muy cerca, en Punta Ballenas -hace 40 años- el pintor Carlos Páez Vilaró se entusiasmó con la vista del mar. “Cuando compré este terreno solo llegaban las aves”, me confesó la tarde que lo visité mientras alistaba una muestra que llevará a Sao Paulo. Es “Casapueblo”, y los turistas de todo el mundo acuden allí para visitar su atelier y ver la espectacular caída del sol. El fuerte mestizaje europeo -españoles, portugueses e italianos principalmente-, está expresado en su cultura. Nueva Helvecia es un legado suizo en el departamento de Colonia, al que se sumaron franceses y alemanes. Inmigraron e introdujeron estilos y culinaria europea visible en los quesos, los lácteos y la deliciosa pastelería. Como parte de su idiosincrasia, el uruguayo es calmado y si puede pasar desapercibido, mejor. En Montevideo -su capital- residen la mitad de los tres millones de habitantes del país. La ciudad ofrece una variada agenda cultural, con edificios que conservan estilos del Art Nouveau y el Art Decó, como la estación de trenes José Artigas y el Teatro Solis. Es sede de la ALADI, del mercado común de las naciones del cono sur, MERCOSUR, de escuelas musicales de candombe y del Carnaval más largo del mundo. Montevideo ofrece a los turistas la Plaza de la Constitución, la Avenida 18 de Julio, el estadio Centenario donde funciona el Museo del Fútbol y los restaurantes típicos del Mercado del Puerto, con las suculentas parrilladas de carne. Las Ramblas son un malecón de 30 kilómetros de largo, propicio para pasear con el paisaje de las aguas del río de la Plata. La península de Punta del Este era un paradero indígena transformado en pueblo de pescadores y luego en ciudad en 1907. Su bahía tiene capacidad para 600 amarras y el puerto recibe 100 cruceros por temporada. Posee hoteles cinco estrellas con casino como el Conrad, restaurantes de ‘chefs’ famosos y barrios suntuosos con mansiones de millonarios de Argentina y Brasil. Su población es de 10,000 habitantes pero en la temporada veraniega, de diciembre a marzo, llega a 700,000 personas, en su mayoría argentinos. La Barra y José Ignacio son dos balnearios exclusivos al lado de Punta del Este, frecuentados por celebridades del cine y la farandula, con casas de lujo, discotecas, tiendas y almacenes de marca. Las tertulias familiares alrededor de las parrillas de carne asada en leña acompañadas de un vino tanat, la uva local, son parte de su cotidianidad. La tranquilidad que se respira en campos y ciudades es lo que más llama la atención cuando se llega a la llamada Banda Oriental del Uruguay, expresión que les da sentido de pertenencia. Esa paz reinante en su pequeño territorio y alterada en el resto de América Latina, ha sido descubierta en los últimos años generando una notoria ola de inmigrantes. Argentinos y brasileros en mayor proporción, pero también gentes de otras procedencias se han entusiasmado con la calidad de vida que ofrece Uruguay. “Vivo feliz en esta chacra, aquí lo tengo todo”, dijo Juan Martín , cuando lo visité en “La Tapadera”, su casa de La Pedrera, donde pinta y tiene su taller de esculturas en cerámica y broce. Dejó Argentina y se mudó hace 20 años a Rocha, un departamento de estancias y pueblos de campo a la orilla del mar. El país cuenta con una completa red vial. Su topografía es semejante a un campo de golf de 176,000 kilómetros cuadrados de extensión. Uruguay esta dando pasos acertados con su futuro al disponer de 570 mil computadores personales en poder de los niños de las escuelas públicas. Y con el proyecto “Uruguay Crece Contigo” cada niño desde que nace entra en un programa de seguimiento para equilibrar sus posibilidades de vida. www.uruguaynatural.tv Uruguay es un país donde la palabra tranquilidad se vive a toda hora. 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jueves, 7 de junio de 2012

Pulguero Tristán Narvaja, un clásico d Montevideo

ENRIQUE CORDOBA ESPECIAL/EL NUEVO HERALD Este viaje me ratificó aquello de que no hay países ricos, sino gentes que hacen grande a una nación. Y así es cómo el territorio de Uruguay, uno de los más pequeños del mundo, es uno de los pueblos más prósperos, cultos y con mejor calidad de vida de las Américas. De sus apacibles pueblos de campo junto al mar, los balnearios pintorescos, los islotes de lobos marinos, las estancias ganaderas, los puertos, el culto por el fútbol, las exportaciones de carne y la nueva ola de inmigrantes que vive desde hace unos años escribiré proximamente. Hoy hablo de Montevideo y el recorrido por una feria de libros, mascotas, verduras, placas, ropa, vajillas, reliquias, muebles, sombreros, herramientas, juguetes y adornos de siglos pasados. “Sabías que en tu hotel hay un fantasma”, me dijo la guía Mary Linich. En efecto, Esplendor-Cervantes mi hotel durante los días en la ciudad, (construido en 1927 y con un hermoso teatro, declarado patrimonio nacional), era el favorito de Borges, Bioy Casares y Gardel. El escritor Julio Cortázar, que residía en París, fue contratado por la UNESCO como traductor de una conferencia internacional. Cuenta que se alojó allí en una piecita y, al ver un armario tapando una puerta, se le ocurrió escribir La puerta condenada, un cuento fantástico donde en la noche un niño llora en el cuarto del lado. A 15 cuadras del hotel, ubicado en Soriano 868, por la Avenida 18 de julio, la principal del centro de Montevideo, se abre la gran feria dominical en Tristán Narvaja y calles laterales. Es una postal “donde lo cotidiano se vuelve mágico”, la gente camina con su mate en la mano y se escucha el candombe de los tambores en la esquina de un anticuario. “Se inició en 1909 con ventas de frutas y verduras”, me dijo Federico Celsi, presidente del Conglomerado de Turismo de Montevideo. “Ahora es un mercado de las pulgas típico que todo visitante debe recorrer para encontrar bisutería antigua”, expresó el entusiasta seguidor del equipo Nacional que con el Peñarol y Defensor atraen las mayores fanaticadas del futbol charrúa. Las exquisitas carnes de ‘Francis’ en Punta Carretas, “Nuevo García” en Carrasco, “Café Brasilero”, “Café Bacacay”, “ Bar Facal” y las parrillas del Mercado del Puerto, son algunos de los restaurantes para degustar la rica gastronomía del Uruguay. Las ramblas son el balcón de 30 kilómetros que bordea el río de la Plata en Montevideo al que acudimos a pasear durante los carnavales. “Yo camino siete kilometros todos los días”, me dijo el reconocido artista plástico de Tacuarembó, Gustavo Alamón, en su atelier del Parque Rodó. “Voy solo, porque si voy con Nuri, mi mujer, siempre habla y no puedo sostener el ritmo”, precisó. El Teatro Solís, la ciudad vieja y el Museo del carnaval son otros lugares para tener en cuenta un domingo en Montevideo. Y si le apasiona el fútbol pase por el Estadio Centenario donde se encuentra el Museo del Fútbol y vea las vitrinas llenas de documentos, camisetas, zapatillas, fotos y los trofeos más importantes de la historia de este deporte.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2012/06/03/1216992/pulguero-tristan-narvaja-un-clasico.html#storylink=cpy

Los locutores

ENRIQUE CORDOBA.- El hombre se las arregló para entrar a la oficina esa mañana mientras la señora del aseo barría el piso. Al verse frente al gerente de Radio Caracol en sus oficinas en Bogotá, le pidió al ejecutivo que le diera un empleo. –No. No, hombre, no hay trabajo –le respondió. –Póngame a hacer algo –le insistió el desocupado. Al verse perdido buscó en su cabeza una última carta y se la jugó: –Doctor, yo estoy dispuesto a hacer lo que sea, déme cualquier trabajo… aunque sea de locutor. La anécdota me la contó hace algún tiempo mi colega Eucario Bermúdez, quien fue presidente de la cadena Caracol de Colombia. Claro que el pasaje tiene mayor ofensa para la profesión si transportamos la imaginación a aquellos días en los que para clasificar y llegar a hablar frente a un micrófono se requerían muchas cualidades. Un gran nivel de educación, dicción, buen timbre de voz, capacidad de improvisación y buena relación con el lenguaje. Algo más: impecables condiciones humanas, un hombre probo. Era alguien que se mostraba, y al estar en una vitrina debía acreditar distinción y rectitud. Los locutores de voz engolada y rítmica eran un mito de mil caras. Como no se ven, debido a que trabajan encerrados en una cabina, cada radioyente crea un locutor a imagen y medida de su imaginación. Les dan caracteres y perfiles diversos: acertado, amable, alegre, ácido, alcohólico, burdo, bigotudo, buen mozo, culto, cariñoso, calvo, disoluto, distante, Don Juan, entusiasta, elegante, flaco, gordo, juvenil, mal trajeado. Los locutores leían las noticias pausadamente y con un toque de solemnidad. No improvisaban ni decían tonterías. Los comentaristas también llevaban escritas sus notas. Uno de los locutores más importantes de Colombia fue el ex presidente Alberto Lleras Camargo, cuyas intervenciones por la Radiodifusora Nacional de Colombia son muestra del buen hablar en la radio. Copias de las emisiones de la CBS Radio desde Nueva York que me permitió escuchar Jaime Rico Salazar, coleccionista de Medellín, autor de la investigación titulada Cien años del Bolero, evocan destellos de una época. Cuba era la mata. Las señales de CMQ y RHC Cadena Azul llegaban como si fueran emisoras locales de Cartagena y pueblos cercanos. Por esa razón lo que sucedía en Cuba se sabía al instante en el litoral de Colombia y Venezuela. Radionovelas como El Derecho de Nacer, de Félix G. Caignet, se escuchaban en mi casa religiosamente porque hacían parte de la agenda diaria de mi mamá. Por esa razón me emocioné y no lo podía creer cuando llegué a Miami –hace 25 años– y escuché de nuevo, esta vez en Radio Mambí, una de las voces más bellas y encantadoras de la radio. Aquella voz de la mamá de Albertico Limonta, con la que familiaricé en mi adolescencia corresponde a la misma voz de Martha Casañas, una de las leyendas femeninas de la radio hispana de Miami. Para tener idea del desarrollo de la radio en Cuba basta decir que en la década del 40, mientras Buenos Aires con dos millones de habitantes tenía 18 emisoras, La Habana con medio millón de habitantes contaba con 42 emisoras de radio. Una noche, ya era yo un muchacho de 12 años, prendimos la radio con mis amigos en Lorica, mi pueblo, y en lugar de escuchar la voz del gigante Manolo Serrano, Brito, Ortega y Salazar entraba la señal de Radio Habana Cuba con el jingle “desde Cuba, territorio libre de América”. El resto es cuento, como dice el compositor cienfueguero Rolando Membiela. Con la evolución de los medios de comunicación, las nuevas tecnologías y las exigencias del mercado y el mundo del siglo XXI, todo ha cambiado. La información era un servicio, hoy es un negocio. Más que respeto por el oyente y el valor del contenido en el mensaje, se impone lo cursi, mediocre y vulgar. Lo único que no cambia es el emblema de Scalfari: “Periodista es gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente”. enriquecordobaR@gmail.com Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2012/06/04/1220580/enrique-cordoba-los-locutores.html#storylink=cpy