martes, 3 de diciembre de 2013

La FIL es el Mundial de la Literatura

ENRIQUE CORDOBA.-Guadalajara, Jalisco.- Esta Feria del Libro de Guadalajara no es el Mundial de Fútbol o el Oscar de Holywood: es el Mundial de Literatura. Aqui están desde el Premio Nobel Mario Vargas Llosa, o Dan Brown, hasta Carlos Sandoval de Venezuela, quien dijo que le cuesta trabajo publicar libros porque efectivamente en Venezuela no hay papel. Los autores son vedettes a quienes les cuesta trabajo desplazarse por los pasillos de la Feria porque el público desea saludarlos, pedirles autógrafos y fotografiarse con ellos. Es una Feria con gran efecto mediático. Decenas de cámaras, fotógrafos y cerca de 500 periodistas de todo el mundo en una gigantesca sala de prensa con todas las facilidades de trabajo. Emisoras de radio y canales de t.v. transmiten en vivo los sucesos del certamen cultural. Tomarme un café con Elena Poniatowska fue una oportunidad de oro para escuchar a la ganadora del Premio Cervantes 2013, el Nobel de habla hispana. "Voy en abril a Madrid a recoger el premio" me dijo la autora de La noche de Tlatelolco y Leonora, entre tantas obras escritas. Seguí a Vargas Llosa, el Nobel peruano, a recorrer el Pabellón de la editorial SANTILLANA, donde publica sus novelas. En una pared se detuvo para ver fotografias de Cortazar y luego se dirigió al Pabellón de Israel para ver los rollos del mar Muerto y una carta a mano de Eisntein de la época de la creación del Estado Judio. El día fue intenso, llevó horas y horas de grabaciones con autores para pasarlas en CITA CON CARACOL los domingos a las 11 de la mañana y a las 9 de la noche en algunas temporadas. Novedad: EL MARCO POLO DE LORICA, será distribuido en Colombia desde el lunes por Panamericana y pronto por Libreria Nacional. Anoche después de la cena con Leyla Ahuile, Beatriz Parga y Kataraín degustamos una banderita: es un tequila, limón y un jugo rojo. Blanco, verde y rojo, el tricolor mexicano.

Paseo por la costa norte de Jamaica

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Su exquisito café, las playas paradisíacas, las tradiciones y el exuberante paisaje verde verde, de las Blue Mountains, son imanes que siguen atrayendo el turismo para esta isla. Jamaica está en un lugar de privilegio en el centro del Caribe. Curiosamente sus habitantes son los anglófonos de la región, con tradiciones inglesas rodeados de países que hablan español. Conducen por la izquierda y en lugar de café, toman té. Dos días en Montego Bay da tiempo para practicar rafting en el río Martha Brae y navegar en una balsa de bamboo. El Swamp Safari de Falmouth conserva los cocodrilos y la laguna donde filmó una película James Bond. Y para los amantes del misterio está “Rose House”, la mansión donde habitó Anne Palmer, una mujer británica que según la leyenda asesinó a maridos, esclavos y amantes. En la bahía Discovery de Saint Ann visitamos Green Grotto Caves, un gigantesco laberinto subterráneo de piedra caliza y al lado el sitio donde Colón pisó tierra en 1494. Ocho Ríos, el que fuera pueblo de pescadores, es un polo de desarrollo turístico que lo tiene todo: hoteles como el fabuloso Riu Ocho Ríos, Dunn's River Fallas, Mystic Mountain en la jungla y piscina natural con delfines. Miles de turistas llegan a Kingston, la capital, para subir la montaña de dos mil metros de altitud y visitar fincas cafeteras. Algunos hacen tramos del recorrido en bicicleta. “Blue Mountain es uno de los mejores cafés del mundo”, dijo Mrs. Twyman una dama que nos dio a catar café, cosechado y tostado en su casa de la montaña al pie de la plantación donde vive desde hace 40 años. El ascenso a la sierra ofrece un impresionante panorama de las bellezas de la naturaleza con su riqueza y la diversidad de los suelos elevados. La carretera es larga y angosta y permite divisar la silueta de la ciudad de Kingston, la bahía y el puerto. El estado puro de la montaña y la enorme altura de los árboles, es lo primero que llama la atención del visitante. A lo largo de la vía hay muchas viviendas de todos los estratos: de campesinos humildes y chalets más costosos. Hay construcciones espectaculares en las laderas de la cordillera con casas de gran colorido y jardines de flores exóticas. El Museo de Bob Marley es una visita obligada en Kingston. Fue la casa donde habitó el rey del reggae donde se muestran videos y objetos que pertenecieron al músico. Port Royal es imperdible por su arquitectura y su historia. Fue sede del gobierno británico de la isla en el siglo XVI y destino favorito de piratas. Conserva el fuerte y cerca hay un caserío donde venden pescado y langosta. El terremoto de 1692 hundió dos tercios del puerto en el Caribe y "así surgió Kingston, con los desplazados de la tragedia", dice Jerron Britton, guía de la oficina de Turismo. “No problem” dice los jamaiquinos, gente alegre y hospitalaria. Jamaica, para descansar con sol y playa.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/12/02/1628108/paseo-por-la-costa-norte-de-jamaica.html#storylink=cpy