lunes, 12 de abril de 2021

BAROLO VINO DE REYES CREADO EN EL PIAMONTE Por: ENRIQUE CORDOBA Cuando llegué deslumbrado, a Serralunga d’Alba en un atardecer rojizo de otoño, aún quedaban colgados de la viña, unos racimos olvidados de la vendimia de septiembre. —Si vienes de Mónaco, llegas a Ventimiglia, y allí te desvías, tomas la vía al Piamonte y en un par de horas estás en “Il Boscareto”. Ahí te esperan en el hotel, ya tienes reservada tu suite —me dijo Ricardo March— un empresario italo-americano, que controla los negocios desde sus oficinas en Estados Unidos. Desde que lo conocí ensalzó orgulloso su estirpe, la belleza, la historia, el espíritu italiano, y las tradiciones culturales de sus abuelos alpinos. En pleno verano floridano, conversé con él en Miami y le compartí mis planes de realizar un viaje de 7.000 kilómetros por Europa. Una gira de 30 días, con parada en Mónaco, donde estábamos invitados por el Ministro de Hacienda del Principado, para asistir, con Maripaz, mi esposa, al show de yates. Habíamos planeado una gira saliendo de Madrid, vía Barcelona y la Costa Azul con destino a Verona. Luego de una semana por Venecia y el Lago di Garda, programamos el regreso vía Milán, por el espectacular túnel del Mont Blanc, de 12 kilómetros, que une a Italia con Francia, cuyo peaje es de 44 euros, para seguir por la ruta de Ginebra-Lyon-Burdeos y San Sebastian para terminar en Madrid. RELAX EN “IL BOSCARETO” Poner pie en “Il Boscareto Resort & Spa” es tocar el cielo con las manos. Es un hotel boutique de ensueño en medio de 32 hectáreas de viñedos! Me pareció ideal para vivir varios días aislado en un ambiente romántico, en contacto con la naturaleza, bajo el cielo que vio reinar a Vittorio Emanuele II y actuar reunificando a Italia al Conde de Cavour. Confieso que quedé soñando despierto al tener frente a mis ojos uno de los más bellos paisajes de viñas del mundo. Por las ventanas de los salones, del restaurante, de las habitaciones, de la piscina, o del spa, del maravilloso hotel, me deleitaba siguiendo el panorama en armonía de los viñedos. Los cultivos estaban dispuestos ordenadamente como una sinfonía de verdes, sobre la naturaleza, en las laderas de Langhe. Era una vista fantástica. Inolvidable. Como una película que se proyectaba alrededor por donde yo me movilizaba. Tuvieron sobrada razón para declarar Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, a la región de Langhe. Me encontraba en “Il Boscareto Resort & Spa”, un hotel de 38 habitaciones amplias y modernas y suites de lujo. Rodeado de vides, entre leves pendientes escarpadas y castillos medievales. Aquí todo se conjuga en beneficio del visitante: la estética, el aire puro, la calidad, comodidad, paz y localización. El Ristorante “La Rei”, del hotel está dirigido por el reconocido chef Gianpiero Vivalda, una de las personalidades gastronómicas más elogiadas de la región, por su capacidad para armonizar la tradición piamontesca, con cocina de fusión. El bar “Sunsi” es otro lugar del hotel para disfrutar de momentos especiales, ya sea temprano, en la tarde o después de la cena. Es un sitio hecho para brindar con cocteles o licores de selección exclusiva de la bien surtida Bodega “La Bricolina”. Para hacer más agradable la estancia en “Il Boscareto Resort & Spa”, el hotel ofrece servicios en la habitación: desayuno, aire acondicionado, minibar y wifi. La piscina es climatizada, con bañera de hidromasaje y amplias áreas de un moderno gimnasio. El establecimiento cuenta con cuatro suites de masaje y tratamiento, sauna finlandesa, baño turco de aromaterapia, frigidarium y duchas tipo emocionales y de reacción. El horizonte en los 360 grados de “Il Boscareto Resort & Spa”, es una imponente y hermosa coreografía de laderas, sembradas de la variedad nebbiolo. Se trata de una uva autóctona asociada al Piamonte, materia prima para producir el Barolo y el Barbaresco, catalogados históricamente como los mejores vinos tintos de Italia. CREADORES DEL BAROLO Es Rivoli, cerca de Turín, la cuna del nebbiolo; en este lugar se hizo el primer vino con la uva nebbiolo, en el año 1268. —El vino Barolo es conocido en Italia como “el vino de los reyes y el rey de los vinos”, indicó Angelo Fernara, sommelier de Batasiolo, empresa familiar con sede en La Morra, ubicada a pocos kilómetros del hotel. Según los cronistas una decisión tomada en el año 1.843 por Doña Julieta Francés Colbert de Maulévrier, cambió la historia de los vinos que se producían en el Piamonte y proyectaron el prestigio de los que gozan hoy en día, a nivel mundial, los vinos italianos vinificados con las uvas nebbiolo. Doña Julieta, de gran dinamismo social y una visionaria, era la esposa del banquero Carlo Tancredi Falleti Falleti, Conde de Barolo. Fue esta dama francesa quien llamó al enólogo Louis Oudart, apodado “El Francés”, para mejorar la calidad de los vinos de sus fincas. Oudart llegó procedente de Burdeos y se dedicó a investigar los efectos de clima, suelos y ambiente en las cosechas. Descubrió que las altas cantidades de azúcar eran causadas por las bajas temperaturas del noroeste italiano, que cortaban la fermentación del proceso. El “Francés”, recomendó utilizar unas levaduras especiales para consumir todo el azúcar de los vinos en esas condiciones. Las conclusiones de Luis Oudart fueron un oportuno acierto y sus recomendaciones cambiarían positivamente la industria del vino de esta zona del norte italiano. Italia daba un paso importante para cambiar su imagen y encaminarse hacia la producción de uvas bien maduradas. Fue un país que tuvo más de 80 variedades, en la época de Plinio el Viejo y estaba muy rezagado respecto a la posición de los vinos de Francia. Los nuevos vinos secos del Piamonte cautivaron al Rey Carlo Alberto de Saboya, que envió a Roma, a la marquesa 325 toneles de buen vino. A partir de ese momento el Rey solicitó una barrica diaria, durante un año para su corte, excepto los 40 días de la Cuaresma. Desde entonces el vino del Piamonte se puso de moda en todas las cortes europeas y así nació el dicho: “Barolo, rey de los vinos y vino de los reyes”. BODEGAS BATASIOLO Otra de mis inolvidables experiencias durante este tour fue conocer las magníficas bodegas de Batasiolo, en La Morra. Las instalaciones son una fastuosa obra de arte, las columnas y el decorado resguardando joyas líquidas, como un tesoro. Desde que se abrieron las puertas y entré me impactó el espectáculo al respirar el perfume de los vinos, en el aire y ver las barricas de roble de varios tamaños, —pequeños, medianos y gigantes— en hileras interminables, por las distintas salas y espacios cubiertos. —Estos son los vinos más famosos del Piamonte —nos precisó Angelo, el veterano sommelier de la bodega Batasiolo. Nos dijo que podíamos ver Barolo, Barbaresco, Barbera D’Alba, vinos blancos soberanos y Dolceto d’Alba, Bricoo di Vergne, y Moscato d’Asti, entre otros. Ese medio día, que guardo en mi memoria, por lo placentero, nos sentamos en la sala de pruebas, dispuestos a hacer la cata de los vinos de Batasiolo. El sommelier empezó la explicación, abrió las botellas y abundó en detalles. Sirvió el elixir en las copas y nos permitió tener en boca el sabor de unas delicias de vinos estructurados, gustosos, con personalidad y armonía. Degustamos: Barbaresco 2012, Barolo cosecha 2011, y Barolo Boscareto vendimia 2008. A la vez que probamos los excitantes vinos, el maestro Angelo Fernara, nos paseó por la historia, las variedades viníferas y las ventajas del entorno natural en la calidad de las viñas. Se refería a las maravillosas condiciones de las colinas de Monforte, Serralunga y La Morra para producir vinos de primera como: Barolo Bussia, Vineyar Bofani, Boscareto Barolo, Barolo Cerequio, Barolo Brunate Bussia, Barolo Brunate y el premiado Briccolina Barolo. No fue una experiencia más, —le expresé a Ricardo March—, a mi regreso a Miami. Explorar las colinas del Piamonte, disfrutar el confort y gastronomía de “Il Boscareto”, trasegar por los pueblos medievales italianos y degustar los vinos Barolo, me hizo vivir como los reyes, por unos días, que jamás olvidaré.
HISTORIAS DEL PUENTE DE LOS SUSPIROS DE LIMA ENRIQUE CORDOBA Aterrizar en Lima en el aeropuerto “Jorge Chávez”, dejar las maletas en el hotel y salir a pasear y cenar en el primero de los restaurantes recomendados. Fue lo primero que hicimos. Al día siguiente hacer un recorrido por la plaza de Miraflores con el historiador Teodoro Hampe Martínez y en la tarde visitar “El Puente de los Suspiros”, uno de los íconos turísticos de la ciudad. Destruido en 1881 y posteriormente reconstruido, sirvió de inspiración a la compositora Chabuca Granda para su famosa canción “Puente de los suspiros”. Se trata de un vals peruano que hace parte del repertorio musical que se escucha desde México hasta el sur de América. “Puentecito escondido/entre follajes y entre añoranzas/puentecito tendido/sobre la herida de una quebrada”. —Amigo venga, sin compromiso— me dijo un músico con la guitarra en la mano, acompañado de otro con un cajón de madera . Me mostré curioso por su oferta y de inmediato empezaron a cantar: “Déjame que te cuente limeña,/ déjame que te diga la gloria,/ del ensueño que evoca la memoria/ del viejo puente, del río y la alameda” Después de “La Flor de la Canela” cantaron “Fina Estampa” y “El plebeyo”. Atravesé el puente construido en madera sobre una quebrada y caminé hasta una plazuela y la Iglesia de La Ermita. La altura del puente es de 8 metros y medio, tiene 44 metros de largo y tres de ancho y deriva su nombre de los innumerables romances que se afianzan en ese lugar. Según la leyenda el que lo transita por primera vez sin respirar, se le cumplen los deseos. Caminar por Barranco, uno de los distritos mas ande Lima, es reencontrarse con las historias de su pasado. Nació como un caserío de pescadores que atrajo a veraneantes limeños de clase media y extranjeros quienes construyeron sus chalets de estilo europeo. La traductora Cecilia Lawinski lo recuerda como “un balneario antiguo y señorial donde iba la aristocracia a fines del siglo XIX y comienzos del XX”. La población de Barranco se estima en 50.000 habitantes. “Es un polo de atracción para la diversión nocturna, cuenta con las zonas antiguas y algunos museos, el principal es el Museo de Osma”, dijo Victor Andrés García Belaunde, congresista de Acción Popular. “Es bastante bohemio –agregó el congresista– donde le encanta vivir a artistas, intelectuales y mucha juventud, mi propio hijo tiene un departamento allí, y Vargas Llosa, y el pintor Fernando de Szyslo, viven allí en el Malecón frente al mar”. “Javier Barranco” un restaurante localizado debajo del puente, en la Bajada de los baños yendo hacia la playa es el favorito de Gerardo Concas, presidente de la agencia de turismo Costamar. “Acostumbro ir a degustar anticuchos y picarones”. “Hay buen ceviche y música criolla”, dijo.
EN BURDEOS,
VINOS CON HISTORIA Por Enrique Córdoba Thomas Barton, el irlandés que llegó a Francia en el año 1.725, nunca se imaginó que casi 300 años después, de haberse convertido en el mas influyente comerciante de vinos de Bordeaux, su empresa pionera Barton & Guestier, estaría catalogada en una de las marcas de vinos finos franceses mas prestigiosas del mundo con presencia en 130 países. Thomas Barton contaba con 27 años de edad, a su arribo a Burdeaux. De inmediato se enamoró con los vinos y de la región del Médoc, para protagonizar una historia de éxito ejemplar. Empezó a producir vinos y su empresa inicio un ascenso meteórico. Cultivó excelentes relaciones en Irlanda y en Inglaterra. De 1785 a 1789 Thomas Jefferson fue el embajador de Estados Unidos en Francia. Estuvo de visita en Burdeaux, conoció a las familias Barton y Guestier y tuvo preferencia por los vinos que producía B&G. Mr. Jefferson se convirtió en el tercer presidente de Estados Unidos de 1.801 a 1809, y su afición por los vinos de Barton & Guestier, lo hicieron ser no solo el mejor cliente, sino una reconocida personalidad que ayudo a dar a conocer rápidamente la marca en América. El primer jefe de bodega de Barton & Guestier, fue Germain Rambaud, que ganó reconocimiento por elaborar los mejores caldos del siglo XVIII. En 1917, B&G creó Prince Noir y desde entonces se ha consolidado con total éxito en todos los países. Para muchos amantes del vino, el 1725 Bordeaux Reserve es el máximo exponente de la marca. En la actualidad, Barton & Guestier ofrece una colección de excelentes vinos franceses con denominación de origen controlada. El proceso de vinificación se expresa en un producto de extraordinaria calidad. Hoy B&G exporta las mejores denominaciones francesas a todos los continentes. Entre los vinos tintos más caros y solicitados del mundo se destacan: Chateau Lafite Rothschild, Chateau Margaux, Chateau Latour, Chateau Haut-Brion y Chateau Mounton Rothschild. —Aquí estamos en las tierras del Cabernet Sauvignot,— dijo Audrey Clos, responsable de la exportación de vinos de B&G, para Centro y Sur América, Canadá y Europa del Este, mientras caminábamos por el Chateau Magnol. —En la marca B&G tenemos una organización muy fuerte a nivel de sourzing, debido a que contamos con un equipo de productores y vinificadores que viajan todo el año por las diferentes regiones de Francia. Ellos visitan a nuestros socios que son productores de uva y seleccionamos las partes de los viñedos. Trabajamos la manera de cuidar los viñedos, y atendemos todo el proceso de la vinificación desde la vendimia hasta el embotellado. B&G hace una gran inversión a nivel técnico en cada bodega de nuestros productores socios para controlar la calidad de los vinos, desde el viñedo hasta la botella. Esto nos permite mucha flexibilidad, ya que en Francia tenemos que seguir la naturaleza. Si llueve mucho la uva va a tener mucha agua, y le va a faltar azúcar. Si hace mucho sol, la uva va tener mucha azúcar y el vino va a estar muy concentrado. “En cada región tenemos entre 5 y 15 productores y debemos seleccionar y elegir las mejores partes de cada viñedo para asegurar la calidad de B&G”, explicó Clos. “Al final, detrás está la gente que le gusta Chateau Neuve, Chateau Margot B&G, y esperan cada año el mismo perfil y el mismo nivel de calidad. Esta manera de trabajar el vino es muy importante para nosotros porque aseguramos la mejor selección a través de toda Francia y de todas las regiones”. La única región donde B&G, no trabaja es Alsacia. “Trabajamos todas las otras regiones: Bordeaux, Beaujolais, Rhone, Provence, Gascogne, Languedoc, Bourgogne, Loire, Corse. Y todos los varietales, del valle de Longedoc que nos permite competir con la oferta del Nuevo Mundo que es una oferta sobre la uva Chardonnay, Cabernet Sauvignon”. Según Clos B&G fue la primera empresa en producir su propia oferta de vinos varietales. “Estaba muy fuerte en Estados Unidos y hemos visto llegar la competencia a través de la uva y esto era nuevo para nosotros. Porque nosotros producimos vino por regiones”. —Qué vino tomas?—. —A mi me gusta mucho el de Bordeaux, pero yo tomo vino de todas las denominaciones de Francia. Porque yo tengo una educación al vino de otras regiones de Francia. La gente que no conoce mucho del vino, toma vino de su propia región. Finalmente Audrey Clos señaló que “la tendencia es tomar mas espumante de calidad”. CHATEAU MAGNOL Durante una semana de finales del otoño del 2.019 compartí con otros periodistas, sommeliers y expertos de vinos invitados de Bélgica, Bielorusia y Hong Kong, el programa de “B&G Food and Wine Academy”, en el Chateau Magnol. Asistimos a un seminario de formación, en temas tan variados como la historia del vino, la vinificación, las técnicas de cata, el sistema de las denominaciones francesas. El Chateau Magnol también es una casa de huéspedes, con un maravilloso viñedo de 30 hectáreas, ubicado en las puertas del Médoc, en la rivera izquierda del río Garona. Tiene plantado viñas de cabernet sauvignon, merlot y cabernet franc, tres uvas originarias de la zona de Burdeaux. “Somos muy afortunados”, dije a Maripaz, mi esposa que me acompañó en esta inmersión en el mundo de los vinos. “Tenemos el privilegio de dormir en un chateau francés, en medio de cultivos de viñedos”. “Además, aquí estuvo no solo el Presidente Jefferson, sino también el Presidente Nixon, en 1981”. —Chateau Magnol es el corazón de B&G, —comentó Solange Galan, Manager del chateau. “Este chateau es una herramienta muy importante para ayudar a educar a la gente en los temas del vino, tenemos un chef que cocina para los invitados que acogemos cada semana, de todo el mundo”, dijo Audrey Clos, responsable de B&G para Canadá, Centro América, el Caribe, Latinoamérica y algunos mercados de Europa del Este. Según Clos, “en el chateau les educamos a través de presentaciones, catas y en el maridaje de las comidas con el vino, nos parece muy importante formar a la gente sobre el vino a través de la comida, porque en Francia producimos vino de comida”. Valioso saber que en Francia los vinos varietales deben contener, como mínimo, un 85% de la variedad de uva indicada en la etiqueta. En América solo es obligatorio un 65% para poder hacer mención de la variedad de uva. Si bien es Italia el mayor productor de vino del mundo 15.9% y 39.3 millones de hectolitros, son los franceses los mayores consumidores de vino per cápita, con un consumo de 45 litros al año por habitante, según un estimado de la OIV-2017. Los mayores productores de vino del mundo son: Francia, de segundo, después de Italia, con 14.8%%, tercero España 13.6%, Estados Unidos 9.4%, Australia 5.6%, Argentina 4.8%, South Africa 4.4%, Chile 3.8%, New Zealand 1.2%. La producción mundial de vino es de 247 millones de hectolitros. Cabernet Sauvignon es la variedad de uva mas prestigiosa del mundo, la grenache es la segunda más cultivada, merlot, es una de las variedades más en boga, pinot noir la más sexy y la syrah, la mas elegante y de moda. Al acercarse al tercer centenario de la marca, Laurent Prada, director de vinificación declaró que la meta hacia el futuro de B&G es “seguir ofreciendo los mejores vinos de calidad posible a nuestros consumidores a precios asequibles y brindar educación para que más personas conozcan sobre el vino” BORDEAUX Con solo mencionar a Bordeaux, nos llega a la mente, la imagen del vino, las bodegas y los viñedos. Y no es para menos. 14.000 productores de vino, 117.514 hectáreas cultivadas en viñas, y un volumen anual de negocios de 15.000 millones de euros, la convierten, con toda razón, en “La Capital Mundial del Vino”. Como si fuera poco, también Bordeaux tiene el mayor número de restaurantes y de sommeliers por metro cuadrado del mundo. Una caminata por las calles de Bordeaux es la mejor manera de apreciar su arquitectura, encontrarse con su historia y disfrutar los bistrot, las pastelerías, las librerías, las bombonerías y las casas de vino. Fue el barón de Haussmann, prefecto de Bordeaux por largo tiempo, quien se basó en su trabajo de reconstrucción de la ciudad en el siglo XVIII, para hacer lo mismo en Paris, cuando el emperador Napoleón III se empeñó en modernizar la capital francesa. Cuentan los bordoleses que el siglo XVIII fue la edad de oro de Bordeaux. Unos 5.000 edificios del centro de la ciudad pertenecen a esta centuria. Al llegar a la histórica Plaza de la Bolsa, me causó curiosidad ver dos vacas amarradas a un poste, frente a la puerta de un edificio de oficinas. Me acerqué y leí un letrero, al pie de los animales: “Race Bazadaise”. —Estamos promoviendo esta raza, —me indicó uno de los ganaderos. Luego me dirigí al muelle, donde estaban varios turistas, a orillas del río Garona. Algunos niños jugaban y los adultos tomaban fotografías a “El espejo de agua”, más grande del mundo, una de las atracciones de la ciudad. Después de recorrer la ciudad e informarse de las importantes contribuciones al desarrollo económico y urbano de “La pequeña Paris”, uno termina pensando como el guía que nos mostró un sector de la ciudad, de por qué motivo no existe en Bordeaux una calle en homenaje al celebre y visionario emprendedor Thomas Barton. EL MUSEO DEL VINO “La cité du vin”, abrió sus puertas a mediados del 2019, y desde entonces se convirtió en un lugar de obligada parada de quienes van de visita a Bordeaux. Puede verse como un museo, pero ante todo es un parque temático donde el vino es el protagonista de la experiencia. Durante el recorrido el visitante se sumerge en un viaje que lo transporta en el tiempo hasta los albores de la aparición de la uva, a través de las civilizaciones. En un recorrido de dos horas de duración se puede disponer de más de 10 horas de contenidos, 120 producciones audiovisuales, en ocho idiomas donde más de 100 expertos entrevistados nos ilustran de todo lo que se quiera saber del mundo del vino. Desde que uno observa el edificio de 13.350 metros cuadrados, al llegar a visitarlo, a orillas del río Garone, llama la atención la fluidez de su diseño. Fue inspirado en la curva y movimiento que el vino adquiere en la copa. El edificio de diez niveles, fue creado por los arquitectos Anouk Legendre y Nicolás Desmaziéres de la firma XTU, de Paris. Al final de la experiencia se ofrece una cata con las mejores viñas del mundo, con vista al río Garone y a la ciudad de Burdeaux. DE PASO POR SAINT EMILIÓN Cerca de Burdeaux, a cuarenta minutos, está ubicado Saint-Emilión. Es un pintoresco pueblito francés de 1938 habitantes, fundado en el siglo VIII por el bretón Emilión, quien con unos discípulos benedictinos levantaron un monasterio. Muchos lugareños lo recuerdan por sus milagros. Los viñedos de Saint Emilión producen una gama de buenos vinos reconocidos y de elevado valor, no solo en Francia, sino en todo el mundo. Posee 12 denominaciones de origen. Las variedades más comunes son: Merlot, Cabernet franc y Cabernet Sauvignon; estas tres producen vino tinto. Sobre una extensión de 7,800 hectáreas, y 800 bodegas. –En Saint Emilion todo gira alrededor de los vinos, dice un visitante. Y asi es. En cada puerta hay un restaurante, una tienda de vinos, galerias de arte con obras relacionadas con uvas y vendimias. También se pueden visitar librerías, escuelas de vinos y tiendas donde venden macarrones, cuya receta se conserva desde el año 1620. Una de las mayores atracciones turisticas es la iglesia monolítica hecha sobre una roca. En la parte baja del famoso poblado, me encuentré con turistas, y locales, bajando o subiendo por callecitas empedradas y empinadas. Da gusto sentarse y ver pasar a la gente: andan sin prisa, comen alimentos que no están congelados, porque los compran todos los días en la tienda. Conversan y tienen cara de vivir felices. Son lecciones de vida, si queremos disfrutar de buena salud mental y llegar a viejos. La región vinicola de Bordeaux se divide en dos subregiones, incluídas Saint Emilión, Pomerol, Médoc y Graves.
SALTA, SU HISTORIA, EMPANADAS Y EL BOLICHE ENRIQUE CORDOBA Salta es ciudad y también una provincia norteña de Argentina que limita con Bolivia, Chile y Paraguay. Su tradición y su historia, estan determinadas por su relación comercial con el Alto Perú desde tiempos de la conquista. Según la promotora cultural Margarita Sumblat, oriunda de Salta “por una situación geográfica nuestros contactos se hacían para arriba, no hacia el puerto (Buenos Aires)”. “Yo tengo en mi casa santos y cuadros que son del estilo cuzqueño, todo se traía del Perú”, dijo. “Incluso la vocación del Señor del Milagro, patrono de Salta, lo mandaron de España al puerto del Callao y lo trajeron en lomo de mula”. “Los caballos también fueron traidos de Perú”, añadió. “Nuestras costumbres, la cocina, los locros, las empanadas, los postres, todo viene del Perú”, precisó Sumblat. Desde antes de llegar me habían hablado que eran “ricas y jugosas” asi que ir a probar las famosas empanadas salteñas fue una de mis primeras tareas. “El secreto de la empanada clásica nuestra radica en cocinarlas en horno y en saber guardar la armonía del recado, su colorido”, manifestó la señora de una confitería de la calle Balcarce. “Respetar el verde de la cebolla, y el blanco y amarillo del huevo con el resto de las tonalidades”. “Que el rojo del pimentón y la carne no lo ensucien al armarlas”. La calle Balcarce es uno de los sitios mas típicos para caminar debido a la enorme oferta de bares, peñas y restaurantes para disfrutar en las noches salteñas. Toda visita turística a Salta debe incluir una noche en el “Boliche Balderrama” para disfrutar comida criolla, beber vino y apreciar el folclor argentino que surge de los valles salteños. “El boliche nació en 1954 como un sencillo bodegón y se transformó en sitio de encuentro de bohemios y guitarreros”, me dijo Juan Balderrama la noche que concurrí y me compartió las historias del boliche. Es el único sobreviviente de los tres hermanos fundadores del lugar. Su padre había llegado del Perú en 1922 y su madre de Bolivia y alquilaron un espacio para una picantería en el mercado. Balderrama es un símbolo de la cultura popular de Salta por donde han pasado afamados cantores desde Jorge Cafrune, Mercedes Sosa, Los Fronterizos y Chaqueño Palavecino hasta los Nocheros. Como homenaje a la peña de los trasnochadores, un poeta Manuel J. “Barba” Castilla le compuso una zamba que en uno de sus versos finales dice: “Lucero, solito/ brote del alba,/ donde iremos a parar/ si se apaga Balderrama”. El escritor porteño Alejandro Tarruela atinó al decir: “Balderrama es un símbolo que reune la síntesis de hacer de poesía y canción popular desde lo profundo de la provincianía”. “Fue el lugar de convergencia de poetas y degustadores de vinos, empanadas y canciones”. Sitios para visitar en Salta: El Tren de las Nubes es un recorrido de 434 kilómetros de valles y montañas que alcanza los 4.200 msnm. Gentes de los pueblos salen con su música a la calrrilera. En el recorrido atraviesa 29 puentes, 21 túneles y 13 viaductos. San Lorenzo, es una hermosa villa de veraneo con casas en las laderas de la montaña, a solo 12 minutos del centro de la ciudad. En Cafayate y Cachi se produce el vino torrontés y grandes espectáculos folclóricos.
MERIDA ATRAE CON SU HISTORIA Y EL MESTIZAJE CULINARIO ENRIQUE CORDOBA Caminando por las calles de Mérida, capital de Yucatán, en estos días de sol recordé que la escritora madrileña Julia Navarro, autora de “Dime quien soy” me había comentado que este era un lugar donde mejor se reflejaban los pueblos de España. Mérida fue fundada el 6 de enero de 1542 por Francisco de Montejo, después fundó Campeche y la tercera fue Valladolid. Han transcurrido mas de cuatro siglos y aún hoy a los habitantes de la península de Yucatán les preguntan “A donde vas” y no dicen Mérida, responden “Voy a Thó”. Thó es el nombre que dieron los mayas a ese asentamiento. Todos los edificios principales como la Catedral, el Palacio de Gobierno, el Ayuntamiento, la Casa de Montejo y todas las construcciones alrededor de la plaza están levantados con las piedras de la antigua ciudad maya. “Los españoles destruyeron todo pero respetaron el lineamiento que tenía la ciudad, es decir la orientación de sur oriente poniente”, declaró Edgar Dzultec, investigador-guía de origen maya. Montejo escoge a Mérida como la capital de la capitanía de Yucatán antes de que este territorio formara parte de México. De aquí parte la conquista de la península. El centro es completamente colonial con calles rectas, largas y arborizadas y algunos edificios pintados de rosado, verde y amarillo. Frente a la catedral, los domingos se concentran locales y turistas en un mercado artesanal y ventas de comidas al rededor de la plaza. Al lado se encuentra el Palacio de Gobierno con un inmenso y elegante salón de recepciones con oleos y leyendas alusivas a los fundadores de la ciudad. Para finales del siglo XIX pasada la “Guerra de Castas” la fibra de la planta del henequen se convirtió en el “oro verde” que reactivó la economía yucateca. Los mayas denominaron sosquil a la fibra que empleaban para elaborar cordeles, cañamos y bolsas. Brasil, China y Tanzania lideran actualmente la exportación mundial de la fibra. La bonanza dió lugar a grandes haciendas como Misné y Baspul, que hoy son lugares paradisíacos transformados en hoteles cinco estrellas con todas las comodidades, en armonía con la naturaleza. (http://www.haciendamisne.com.mx/blog/author/hacienda/) “El Paseo de Montejo”, es otra herencia de la época de prosperidad de Yucatán y es la avenida más imporante de Mérida, construida en 1888 por gente acaudalada. En su recorrido están ubicadas numerosas instituciones públicas y privadas, como museos y bancos en palacetes y mansiones hermosas de arquitectura neoclásica inspirada en los bulevares de Paris. Sobresale por su belleza el Palacio de Cantón que fue residencia de los gobernadores del estado y alberga la sede del Museo de Antropología. Al final el Monumento a la Patria obra del escultor colombiano Rómulo Rozo (1899-1964) quien llegó a México de diplomático de su país luego de estudiar en Paris y decidió radicarse en Merida donde dejó varias obras. El viajero que llegue en el vuelo de una hora entre Miami y Mérida por Aeromexico encontrará la cocina típica yucateca basada en una exquisita mezcla de sabores mexicanos y europeos. Sopa de lima, huevos motuleños, pollo pibil, pod chuc y frijol con puerco son parte del mestizaje culinario que permiten degustar las tradiciones de la cocina de Yucatán.
EL FARITO DE KEY BISCAYNE.
Aquí en EL FARITO de Key Biscayne, estuvo Ponce de León, descubridor de la Florida, en 1513, y la bautizó “Santa Marta”. El faro existe desde 1825. La isla estaba habitada por Indios Tequestas. Su primer dueño fue un español de Menorca, Pedro Fornelis. Luego perteneció a los británicos. Se convierte en territorio de USA en 1821. Ahora me subo a mi bici, recorro 10 millas de regreso y llegaré a mi apartamento en Brickell, con un snapper para el almuerzo de Maripaz.
LA ISLA DE BALI Kuta es el Miami Beach de Bali, el epicentro de turistas. La mayoría son australianos; luego chinos y filipinos. Un chino es el hombre más rico de Indonesia. Los chinos son dueños de fabricas de autos, motos, televisoras, etc. En algunos patios de Kuta se escucha cantar a los gallos, al amanecer, los tienen para peleas rituales en los templos. El 80 por ciento de la población de Bali es hinduista, todos los días ponen pequeñas ofrendas de flores y frutas en escritorios, en los andenes o en oratorios callejeros. Está prohibido construir edificios más altos que una palmera. No he visto policia, ni accidentes, ni disputas, ni actitud violenta, ni me sentido inseguro, a pesar de la congestion de autos y miles de motos. El tráfico fluye, y no faltan los trancones. Los taxistas pitan y pitan cuando ven un cliente lotencial. En muchos restaurantes solo aceptan pago en efectivo. Las casas de cambio dan 12,700 rupias por 1 USD, donde ofrecen 13.200 se sospecha que hay trampa. La mayoría de los balineses cultivan arroz o café, son artesanos, orfebres, pescadores o artistas del batik. No he visto un pueblo que sonría tanto como el de Bali. BALI Y LAS SOLTERAS En Bali las solteras van al infierno, donde unas hormigas gigantes les chupan los senos. En Indonesia todos quieren casarse. Un hombre nunca en la vida le toca la cabeza a otro; excepto el peluquero, quien antes le pide perdón y permiso. Las mujeres no heredan, y el hijo menor tiene que quedarse en la casa con los padres, aunque se case. Cada familia tiene su propio templo. 1 USD equivale a 12.700 rupiah. Salario mínimo USD 180. Babiguling a base de cerdo es uno de los platos regionales. Comen mucho arroz y nunca comen juntos, solamente una vez al año, en una fiesta. No tienen apellido. Tienen una sonrisa en todo momento. Hay más motos que en Lorica, pero muy ordenados. Un lugar que acoge y dan ganas de seguir descubriendo. Bali me encanta.