domingo, 6 de octubre de 2013

Curazao, un poco de Amsterdam en el Caribe

ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Al llegar a Curazao uno tiene la sensación de estar en Amsterdam, por el colorido y arquitectura de sus edificios. Muchas cosas quedaron de la ocupación holandesa de 1634. Otra semejanza es un gran canal marítimo que divide a Punda y Otrobanda, los dos distritos residenciales y comerciales de Willemstad, capital de la isla. Un servicio de ferry y el puente de Pontón Reina Emma facilita el cruce de pasajeros. Los callejones, el idioma, la moneda, el gobierno y su cultura están asociadas con Holanda. Curazao es una isla que siempre ofrece novedades al visitante. Desde las extraordinarias playas, el sol y la rica cocina hasta las facilidades para los deportes acuáticos, atraen al turista. Además de lo anterior, los curazoleños poseen una magia para encantar al foráneo. Es el ambiente de armonía, la alegría y la amabilidad que se respira en esos 444 kilómetros cuadrados de superficie. Ese clima de convivencia lo pudimos comprobar en el North Sea Jazz Festival que acaba de pasar con gran éxito. El evento realizado en Willemstad congregó a figuras de la música como Prince, Marc Antony, Diana Ross, Gladys Knight, Luis Miguel, Paul Anka, Rafael Saadiq, Herbie Hancock, Ericka Badu, The Roots, Los Lobos y Sabrina Starke. ¿Porqué esta isla es tan especial? “Somos auténticos y nos educaron para atender al visitante” respondió André Rojer, oriundo del oeste de Curazao y director de la oficina de turismo en Miami. “Cualquier camarero, taxista o empleado de almacén habla tres, cuatro y cinco idiomas”. Rojer explica que él aprendió el papiamento (una mezcla de africano, portugués y holandés) en su casa, holandés en la escuela, y antes de terminar la primaria le enseñaron inglés y español. Muchos también aprenden el francés, italiano o alemán. Un lugar así tiene todo a su favor para sacarle provecho como destino turístico internacional. Los curazoleños poseen una mezcla con fuertes raíces africanas, cuyo pasado estuvo marcado por el comercio de esclavos en América. Las historias, documentos, testimonios, grabados y huellas se conservan en el Museo Kura Hulanda, de Willemstead, gracias al empeño de un empresario holandés. Curazao tiene playas para escoger, todas de arena blanca y aguas turquesas: Santa Bárbara Golf, Spa & Resort es uno de los recientes desarrollos hoteleros con playas exclusivas, marina y un hermoso campo de naturaleza exótica. Para esperar el atardecer no hay como el Blues, el bar del Hotel Avila, sobre el agua y con un grupo de jazz y música de la isla. Si viaja infórmese con Costamar: 1800 913 9009. Una caminata por las calles de la capital nos acerca a sus murallas, fuertes y al día a día de los residentes, los cuales tienen pasaporte holandés, y muchos han estudiado la universidad en Amsterdam. Curazao es una isla para visitar.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/10/05/1581680/curazao-un-poco-de-amsterdam-en.html#storylink=cpy