domingo, 21 de noviembre de 2010

Chuy, una frontera con encanto de duty-free

Chuy, una frontera con encanto de duty-free


BY ENRIQUE CORDOBA

ESPECIAL/EL NUEVO HERALD

Los pasos fronterizos en América Latina, son muy curiosos, pero el límite entre Uruguay y Brasil en la zona costanera tiene unos atractivos que la hacen diferente a las demás.
Chuy, -con ye- es un municipio uruguayo con la estructura fiscal duty-free, de un barco o un aeropuerto internacional.
Atrae a miles de turistas brasileños quienes viajan 500 kilómetros y adquieren sin impuestos desde licores, cigarrillos, artículos de marca, electrodomésticos y televisores, hasta perfumería de primera calidad.
Se pasa la calle, conocida como Avenida Internacional, y ya se encuentra uno en Chui, -con i-, una población de Brasil habitada por miles de comerciantes que emigraron del Medio Oriente.
Alí Sharif es un inmigrante que lanzó al aire su moneda, para decidir el destino a seguir y dejó El Cairo en 1979. Ahora trata de conquistar clientela para su almacén de la Calle Argentina, en el corazón de Chui.
Sharif nos atendió acomodado en su escritorio con la foto de La Esfinge de Guiza, en la pared y asegura que ya es ciudadano brasilero. Viajé por todo Brasil trabajando, amo el fútbol, voy todos los años a los carnavales de Sao Paulo y vendo productos importados de Egipto, dijo.
Según Stella Mary Pargas Fernández, administradora del Nuevo Hotel Plaza de Chuy, a los brasileros les conviene venir por la ventaja de la moneda: compran barato y aprovechan para ir a los hoteles y casinos de Punta del Este. Los productos Lancome son más baratos aquí que en París, sostiene el periodista Daniel del Prato.
Salir por carretera desde Montevideo o Punta del Este, hasta la frontera noreste, es una experiencia donde el turista se encuentra con toda clase de sorpresas que hacen más amena la excursión.
El viaje se hace por la ruta 9 y se pasa por un paisaje de dunas, playas, balnearios y bosques frondosos. En el kilómetro 138 entramos a Rocha, capital del departamento con el mismo nombre, fundado por familias asturianas que se establecieron allí hace 300 años, al no poder colonizar la costa patagónica.
Más adelante está Castillos, llamada la ciudad butiacera por el fruto butiá -de las palmeras que maduran en abril-, usado para hacer licor.
Los uruguayos de Rocha se sienten orgullosos por la amabilidad de sus gentes y aseguran que en muchos caseríos aún se puede dormir con las puertas abiertas.
Cerca de Brasil --en suelo uruguayo- hay dos edificaciones construidas por los portugueses en el siglo XVIII dentro del proceso de conquista y coloniaje, que se deben visitar: la Fortaleza Santa Teresa y el fortín San Miguel que guardan capilla, museo, polvorín y armas
antiguas.
También hay lagunas, estancias de gran extensión, ganaderías, plantaciones de palma y cultivos de arroz, maiz y boniato. Son muy típicos los pueblos de pescadores y las chacras donde es posible hallar gauchos trabajando en la agricultura o criando ganados, a sólo 12 kilómetros del litoral Atlántico.

ENRIQUE CORDOBA: Necesitamos buenos políticos

ENRIQUE CORDOBA: Necesitamos buenos políticos


BY ENRIQUE CORDOBA

Una de mis grandes desilusiones de la vida, y con los años uno se va llenando de ellas --no sé si para bien o para mal--, fue comprobar que quienes nos gobiernan no eran tan deslumbrantes, como yo creía antes de subirme a la pila de años que hoy tengo y ver en la distancia, lo desvergonzado que son algunos.
El problema no es que sean republicanos o demócratas; sólo exigimos que hagan las cosas bien.
Han arrinconado la pulcritud y la decencia que exige el manejo de los dineros públicos. Aquí hay muchos responsables que están acabando con un lugar soñado por americanos e inmigrantes, de ayer y de hoy. Ni pensar con quienes llegaron pensando en el sueño americano. Muchas oficinas centrales de importantes corporaciones se han mudado a otros lugares, debido a las desventajas propiciadas por el gobierno local.
Es inadmisible que se utilicen los fondos aportados con nuestros impuestos, para comprar conciencias a la hora de votar. Los políticos que actúan de esta manera traicionan la confianza depositada en ellos y dañan la imagen de quienes desean trabajar correctamente. Hacer política se ha convertido en terreno de osados.
Contaminar la política es una forma de apropiarse de los instrumentos de la democracia, para usarla indebidamente. Competir electoralmente es como lanzarse a un campo de batalla en el que hay que hipotecar la independencia para vencer. Ya no se gana con ideas y buenas iniciativas sino con el respaldo y capitales de intereses creados. Es algo que envilece y desvía la esencia de la política. Sin embargo, no podemos aislarnos, porque es abrir nuestros bolsillos a los políticos inescrupulosos.
Debemos ser más vigilantes y decidirnos a crear mecanismos comunitarios que obliguen a los candidatos a cumplir con sus promesas. Vamos a tener que exigirles que firmen ante notario su ideario político como garantía para darles el voto. El sufragio otorga poder y no se puede entregar gratuitamente a cualquiera que después se endiose y se crea superior a sus electores.
A pesar de todo, entre las aguas turbulentas hay gente extraordinaria, a quienes debemos apoyar.
``Uno no puede ir al pueblo y pedirle los votos y después darle la espalda'', me comentó Rebeca Sosa, una comisionada decente, con iniciativas, sentido social y abierta al debate, que sería un lujo en la alcaldía.
No tiene presentación que en el condado Miami Dade, donde se han cometido tantos errores, existan funcionarios y asesores con salarios mayores a los del vicepresidente de la nación.
Según Norman Braman, el líder de la campaña contra el abuso de los impuestos, ``hay tres recepcionistas que juntas devengan medio millón de dólares''.
``Esto nos pasa por elegir gente inexperta en cargos que requieren una experiencia mayor'', aseguró Jaime Angulo, escultor español residente en Miami desde hace 35 años.
``Cómo podemos nosotros respaldar a un político que pasó por la Calle Ocho a pedirnos el voto en su campaña y ahora nos da la espalda'', me dijo Claudina Rosales, mientras me planchaba unas guayaberas el martes pasado.
Claudina es una señora de 60 años, natural de Chaguaní, un pueblo cercano a Bogotá, casada con un cubano de Camagüey, que se ha visto obligada a salir a trabajar y multiplicar sus part-times, en vista del aumento de los impuestos y la carestía de la vida en Miami.
Anselmo, su marido de 65 años, que trabaja en un restaurante hasta la medianoche, tenía previsto ir con su mujer a conocer a Cartagena. ``Lo hemos aplazado, el dinero no me rinde'', dice. ``Tengo que pagar cuatro peajes diarios para ir al trabajo y los precios de los alimentos suben y suben''.
Son cosas inconcebibles. Es hora de castigar a los políticos y burócratas incompetentes y escoger dirigentes con ética y criterio gerencial.

Sao Paulo, paraíso gastronómico de Brasil

Sao Paulo, paraíso gastronómico de Brasil


BY ENRIQUE CORDOBA

ESPECIAL/EL NUEVO HERALD

Sao Paulo, la capital del Brasil, es tan descomunal que no solo tiene 331 hoteles, 15,000 bares y 12,500 restaurantes, -muchos más que Londres o París-, sino que es tan grande que el avión que me transportó desde Miami, tardó 28 minutos atravesando la ciudad y dejando ver centenares de edificios, hasta aterrizar en el aeropuerto internacional Guarulhos, conocido también como
Cumbica.
Se le conoce como La Puerta del Atlántico y es el centro económico e industrial más importante de América Latina.
Es monumental y apabulla por su inmensidad, pero conquista como fuente de alternativas en materia de turismo, negocios, teatros, deportes, visita a centros comerciales para compras, ir de baile o pasear por los barrios que nacieron abonados con inmigrantes de Europa y Asia,
fundamentalmente.
El 18 de junio de 1908 llegó al puerto de Santos el barco Kesato Maru, con 165 familias japonesas a trabajar en el cultivo del café. Hoy el área de Liberdade es un populoso barrio japonés de Sao Paulo donde está presente la cultura nipona en calles, monumentos, tiendas y restaurantes. Los sábados y domingos se puede ver la extraordinaria concurrencia de turistas que van a la Feirinha, a comprar artesanías, comidas típicas y productos japoneses.
Otro lugar que no puede perderse de visitar es el Barrio Bela Vista, poblado con inmigrantes de Italia que empezaron a llegar después de la Segunda Guerra Mundial.
La ciudad ofrece sectores residenciales y comerciales con influencia árabe, israelita, coreana, china y de otras procedencias, enriqueciendo su toque de gran metrópoli.
Esta es una ciudad con una amplia vida artística y cultural, afirma el dramaturgo Aimar Labaki.
Quien venga no puede irse sin ir a los museos de Sao Paulo, dice. Hay una oferta de grandes pintores nacionales e internacionales. Otro sitio para visitar es el Convento de Nuestra Señora de la Luz, que data de 1,579.
Esta megalópolis es uno de los lugares más dinámicos del mundo en varios sentidos. Es capital mundial de la gastronomía debido a la variedad de platos y menús de todos los continentes. Gracias a la variada inmigración los amantes de la buena mesa encuentran exquisitas opciones para todos los bolsillos.
Desde el punto de vista de los negocios es sitio
inigualable.
Sao Paulo significa negocios y progreso porque es la ciudad que más progresa en América Latina, sostiene María Ravani, editora de la Revista Sobre Rodas de Miami. Es un lugar pujante donde la gente trabaja mucho, pero a su vez obtiene resultados. Se mueve mucho dinero, dice.
Se considera que la clase media de Sao Paulo es la más educada del país y los paulistas viven orgullosos de tener una rica programación en docenas de teatros, todo el año, de lunes a lunes.
Su desarrollo industrial es fenomenal y debido a su mezcla étnica, ésta es una ciudad con toda clase de opciones para todos los gustos.
Reconocidas multinacionales tienen aquí su sede con mega talleres de la industria automotriz, fabricación de aviones, motocicletas, confecciones, bebidas y juguetes.
La población de Sao Paulo sobrepasa los 10 millones de habitantes y posee una vida nocturna muy entretenida. Se pueden encontrar discotecas, night-clubs, cines, casas de shows en toda la ciudad.
El parque Anhaguera, tiene nueve mil metros cuadrados y es un pulmón para respirar aire libre en la ciudad.
En el casco histórico se puede visitar el Patio del Colegio donde se fundó la ciudad en el siglo XVI. •

Pueblos pintorescos del Valle de Tenza

Pueblos pintorescos del Valle de Tenza


BY ENRIQUE CORDOBA

ESPECIAL PARA EL NUEVO HERALD

El pintor español Alberto Pancorbo al visitar Boyacá, un departamento de pueblos pintorescos, lindos paisajes y gentes sencillas, muy cerca de la capital colombiana, dijo que algunos lugares de esa región lo transportaban a España.
Pancorbo cree que hay semejanzas en la arquitectura colonial, las casonas, las calles empedradas, el grosor de las paredes de los patios y la estructura de la plaza principal de esos municipios.
También son parecidas ciertas costumbres de los provincianos, inclusive el nombre de los platos típicos. Todo esto guarda una estrecha relación con la geografía de España, manifestó.
No es el primero, anteriores viajeros llegados de España coinciden en afirmar que les fascina recorrer y admirar el paisaje de estos parajes pertenecientes a Cundinamarca y Boyacá, ricos en cultivos de manzana, peras, papas y flores.
Esta es la ruta que permite ir hasta las minas de Chivor donde se obtienen las cotizadas esmeraldas, Ráquira, un bello pueblo en el que más de diez mil personas trabajan en la fabricación de artesanías, Tota, donde preparan exquisitas truchas y Villa de Leyva con su ambiente bucólico y apacible.
Son poblaciones que se encuentran a pocas horas de Bogotá en el altiplano, y a la entrada del llano, para ir fácilmente con el sistema de transporte público o en autos privados a través de autopistas y carreteras en buen estado.
El camino parte de La Caro, zona de sabanas, y ofrece la primera parada en el embalse del Sisga. Luego se sigue hasta el Puente de Boyacá, un monumento patrio, por ser el lugar donde se desarrolló la memorable batalla que selló la independencia de Colombia frente al ejército españo,l el 7 de agosto de 1819.
La gama del color verde se abre en toda su riqueza y la frescura del clima de 15 grados centígrados invita al senderismo en las reservas naturales de la zona.
Visitar el Valle de Tenza, es volver a un territorio donde estuvieron los españoles que buscaban las esmeraldas. Los pueblos conservan elementos de la cultura chibcha o muisca. Según los Cronistas de Indias, los españoles se establecieron aquí debido a que fueron bien recibidos por los tenzanos.
Según la doctora Clara Buitrago, de Garagoa, ``éste es un pueblo que atrae a los turistas porque somos gente encantadora y amable. Tenemos vistas de cordilleras, paseos a ríos como el Súnuba y Garagoa y deliciosa carne ahumada, biscochos de vino, mantecada y quesos de hoja.
Chivor conquista visitantes porque es en este sector donde se siguen explotando las minas de esmeraldas que han cobrado fama mundial por el tamaño y calidad de la preciosa piedra.
En Tenza un sector de los residentes son artesanos, se dedican a fabricar canastos y miniaturas con la crin del caballo o cerda. El visitante no debe perderse los cementerios indígenas y el volcán. En Sutatenza, cuna de las almojabanas y las sopas de habas, están los trasmisores de la radio que Monseñor José Joaquín Salcedo fundó en 1948, la radio para alfabetizar a los campesinos colombianos. •

ENRIQUE CORDOBA: Confesiones de libros

ENRIQUE CORDOBA: Confesiones de libros


BY ENRIQUE CORDOBA

El lunes en la noche, dentro del programa de la Feria del Libro de Miami, el escritor mexicano Gonzalo Celorio recordó el mueble de madera ``casi tan grande como un ropero'', donde sus padres guardaban ``una enorme Biblia, con cubiertas florentinas'', Las confesiones de San Agustín, La divina comedia de Dante, Las vidas ejemplares de Romain Rolland, una edición de El Quijote ilustrada por Doré, y mencionó otra lista de obras, entre ellas El corsario negro y El corsario rojo de Salgari, y autores como Machado, Eurípides, Dostoievski, Martí, Darío, Reyes y Ercilla.
Celorio, novelista y ensayista, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro correspondiente de la Real Academia Española --entre otras-- es autor de la memoria novelada Tres lindas cubanas (Tusquets). Cuenta que su padre Miguel Celorio, siendo embajador de México en Cuba, vio entrar una tarde del año 1921 al cine Tosca a tres bellas habaneras acompañadas de una sirvienta.
A la intermedia que le flechó el corazón la interesó con una carta, pero lo que nunca imaginó fue que terminaría escribiéndole trece mil cartas, aun de casados y a lo largo de su vida.
Me llamó la atención cuando el escritor habló a quienes lo escuchábamos en el pabellón de México, país invitado a la Feria este año, de El tesoro de la juventud, una obra de 20 volúmenes, adquirida por sus padres en 1939, en San Luis Potosí por 280 pesos pagaderos en 18 meses.
Me sentí aliviado de saber que Celorio también conserva esa colección de varios libros dentro de la misma obra, porque yo pensaba que era de los pocos especímenes que lucha por guardar esa joya que me ha acompañado fielmente por los caminos de la vida.
En menos de dos años cumpliré un cuarto de siglo de haber aterrizado y enamorarme de Miami. Lo que me indica que es este el cielo que más he visto y menciono el hecho porque como si fuese una extensión de mi ser, en mi trashumancia también me han acompañado El tesoro de la juventud y El mundo pintoresco, ambos de W. M. Jackson, Inc. Editores; la colección de obras escogidas de la Biblioteca de Premios Nobel de la editorial Aguilar de Madrid, la Historia de la música, editorial UTEHA, de Franco Abbiati, en cinco tomos, con traducción al español de Baltasar Samper, los dos volúmenes del Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana, del Instituto Caro y Cuervo, Bogotá, 1953, Memoria sobre la vida del general Simón Bolívar, de Tomás C. de Mosquera, 1954, y Las ideas y los hombres, de Crane Brinton, Aguilar, 1952.
Estos --que pesan una tonelada-- y otros que he conseguido en viajes, librerías o con amigos, forman una biblioteca personal que como la de todos quienes amamos los libros, crece permanentemente.
Algunos libros los leo y releo, a otros los veo; muchos sólo están comenzados y una buena parte espera que al leerlos les dé vida. Los visito a diario, les hablo, los acaricio, y ``los huelo'', como dice Vargas Llosa que le confesó el poeta José Emilio Pacheco.
Con la llegada de más libros y la escasez de espacio, surge el gran conflicto de a quien darle prelación entre las cosas del apartamento más bien aprovechado de Estados Unidos, según opinión de José Ortega, no Gasset, sino mi carpintero, el más ingenioso de Hialeah.
En ocasiones hago selecciones y empaco docenas de libros en cajas que fueron de vino, y me dispongo a llevármelos con el fin de obsequiarlos, pero regreso con ellos, como arrepentido, resistiéndome a desprenderme de su compañía. Son como los hijos a quienes los padres siempre quieren tener a la mano.
é que el libro electrónico está aquí y ofrece muchas ventajas, pero hasta hoy sigo casado con el tradicional libro de papel que se acomoda a mis hábitos.
A la pantalla la prefiero para navegar por el mundo de los periódicos y revistas de otros lugares, y los blogs y publicaciones que sólo llegan por las nuevas tecnologías.
El libro electrónico es el futuro y me deslumbra saber que se puede cargar una biblioteca en el bolsillo, pero el libro de papel nunca morirá, como no desapareció la radio con la televisión, y el blanco y negro con la fotografía a color.
Lo que me causa curiosidad no es imaginarme como serán las bibliotecas de los jóvenes de hoy, sino tener idea de los temas de conversación y el lenguaje de esa comunicación.
Ocupémonos hoy en celebrar este festival de las letras que cada año nos congrega a quienes sentimos pasión por los libros y la lectura.