lunes, 17 de febrero de 2014

El Universo de Gustavo

Prólogo al libro de Ricardo Tribín.- POR ENRIQUE CORDOBA.- EL UNIVERSO DE GUSTAVO.- Don Abundio y Eulalia, los padres de la criatura que acababa de nacer en medio de un mar de expectativas, en un villorrio de la provincia andina, nunca se imaginaron el tamaño de los saltos que la suerte depararía en la vida de Gustavo, su hijo, primogénito y único para redondear la historia. “Sortilegio de pasiones, es un viaje cargado de emociones de una vida azarosa que es al mismo tiempo la historia de muchísimos hombres. Indagar sobre la mente humana ha sido a lo largo de la historia, una curiosidad para el intelectual o el hombre de la calle. Todos formúlan preguntas y ensayan respuestas, y lo hacen a través de la ciencia, la sicología, la filosofía, la literatura y otras disciplinas. El glosario de inquietudes es indefinido. Aman con más loca pasión las mujeres que los hombres? Es más fulminante y perverso el odio y el ánimo de venganza de una mujer que el de un hombre?. Cuál de los dos perdona más fácil?. Nos dominan por igual las pasiones —amor, odio, deseo, alegría, tristeza—, a hombres y mujeres?. Cómo lograr que las buenas pasiones predominen en nuestra vida?. Y, qué mecanismos sicológicos se activan cuando las pasiones malignas gobiernan nuestros actos? Mi admirado amigo, el ingeniero y autor motivacional pereirano, Ricardo Tribín Acosta, autor de “Y cómo empiezo el cambio”, “Pierrot y Dumbolier, alternativas para vivir mejor”, “Cuando Donato perdió a su gato”, “Como salir adelante a pesar de las dificultades” y Caperucita Morada y el ego feroz”, no se ha resistido a estos placeres del pensamiento y en estas páginas nos invita a internarnos y subir en ese tobogán de sorpresas de la sicología humana, en su novela “Sortilegio de pasiones”. Una libro en clave de ficción donde el escritor colombiano residente en Miami, despliega su capacidad para mostrarnos a un personaje con el perfíl que desde el inicio queda marcado por los presagios de éxito y travesuras sexuales, hechos por una pitonisa. Es un muchacho entrador a quien vemos relacionarse con familiares, amigos y mujeres, en un pueblo del eje cafetero. Ese protagonista vive el despertar erótico de todo joven, sueña, toma trago, acude a burdeles, contrae peligrosas enfermedades venéreas, sucumbe al alcoholismo, enfrenta los desafios laborales, va a la universidad, cae en errores y en medio de ese trasegar de emociones, pierde el control de su vida, a causa de un remolino de pasiones. Más tarde se somete a terapias, se recupera de los vicios de las drogas, perdona y transforma su vida espiritual. Llevados de la mano de Gustavo, el protagonista de la obra, Ricardo Tribín Acosta nos hace partícipes de la parabola vital de un ser que aparece con una existencia plácida y feliz. Conviene destacar al personaje que vive en una cotidianidad ordinaria como todos sus vecinos al quedar expuesto, en un abrir y cerrar de ojos, a la acción centrífuga de las pasiones mal dirigidas que lo arrastran a vivir un verdadero infierno. “Si todo esto lo hubiese sabido y asimilado Gustavo desde mucho tiempo atrás a cuando le tocase afrontar situaciones difíciles, a lo mejor le hubiese ahorrado más de un dolor de cabeza”, reflexiona el autor. Cómo sale Gustavo —el personaje de la obra— de ese torbellino destructor?. Acude al salvavidas de las pasiones y desencadena una lucha en el sentido correcto para conseguir su propósito. El autor nos lleva a verificar que las pasiones, como impulsos de la sensibilidad no son intrinsecamente, ni buenas ni malas. Las pasiones son el gran combustible para mover las grandes acciones del ser humano. Una vida sin pasiones es una vida apagada. Pero cuando las pasiones se orientan al servicio de la humanidad, pueden llegar a ser tan monumentales como el caso de la Madre Teresa de Calcúta. En caso opuesto, al utilizarse para fines malvados y egoístas llegan a crear monstruos como Hitler. Estos dos contrastes muestran hasta donde pueden llegar las pasiones extremas, por el bien o por el mal. Son situaciones que nos ilustran sobre la magnitud de la pasión descomunal que derrochó la madre Teresa para desarrollar su sueño y la que requirió el personaje alemán de la Segunda Guerra Mundial, como máquina de terror. No hay duda que la pasión es absolutamente necesaria para alcanzar metas en la vida. Sabemos que la pasión es el combustible que mueve el corazón de hombres y mujeres. La paradoja de Gustavo recrea un juego de las pasiones y el cumplimiento de la sentencia según la cual “el hombre que se levanta es más grande que aquel que nunca ha caido” “Sortilegio de pasiones” es una novela escrita con la maestría de un narrador como Ricardo Tribín Acosta, que conoce las veleidades del hombre. El lector tiene en sus manos una novela que puede leerse de un tirón como la historia que le ocurrió a Gustavo, donde no hay economía de pensamientos y refranes, dichos, humor y costumbres del acontecer colombiano. EC Miami, Febrero 17, 2014.